El cambio climático ha tenido un impacto devastador en los glaciares de los Alpes italianos, con eventos que reflejan una acelerada pérdida de masa glaciar y una mayor frecuencia de desastres naturales.
Uno de los ejemplos más trágicos de esta tendencia fue el colapso del glaciar de Marmolada el 3 de julio de 2022, cuando una avalancha de hielo y roca mató a 11 personas. Este colapso fue provocado por una combinación de factores, como temperaturas anormalmente altas de hasta 10,7 °C y la acumulación de agua de deshielo en las grietas del glaciar, lo que aumentó la presión interna y desencadenó el desastre.
Este evento trágico ejemplifica cómo los glaciares son cada vez más vulnerables a colapsos debido al calentamiento global y a los cambios en su estructura interna provocados por el deshielo excesivo.
La acelerada pérdida de masa glaciar en los Alpes italianos
En los últimos 50 años, los Alpes italianos han experimentado una pérdida masiva de sus glaciares, perdiendo aproximadamente el 30% de su superficie glaciar. Este fenómeno es una consecuencia directa del calentamiento global, con temperaturas que han aumentado más rápido en las regiones alpinas que en otras áreas de Europa.
Un estudio de 2019 realizado por Serandrei-Barbero y Smiraglia sobre los glaciares de valle de los Alpes italianos proyecta una reducción de más del 50% en su longitud para finales de este siglo.
Los glaciares más pequeños y de menor altitud son los más vulnerables, debido a su exposición directa a las temperaturas más cálidas y su menor capacidad para retener masa en forma de hielo.
Los glaciares que tradicionalmente servían como importantes reservas de agua están desapareciendo a un ritmo alarmante. El glaciar Forni que veis en la imagen de portada, en Lombardía, es un claro ejemplo: desde 1867 ha perdido casi la mitad de su extensión, pasando de 19 kilómetros cuadrados a solo 11 kilómetros cuadrados en 2010. En la actualidad, el glaciar está tan fragmentado que los científicos estiman que podría desaparecer completamente para finales del siglo XXI si no se toman medidas para mitigar el cambio climático.
Además, se ha observado en varios glaciares de los Alpes un fenómeno -que no encontrarás en nuestro glosario de terminología meteorológica– denominado “espiral de muerte”.
Este ciclo de retroalimentación está transformando el paisaje alpino, con consecuencias catastróficas para los ecosistemas y las comunidades locales. En el caso del glaciar de la Marmolada, el calentamiento extremo no solo ha causado la retracción del hielo, sino también colapsos mortales como el registrado en julio de 2022, cuando un desprendimiento masivo causó la muerte de 11 personas.
Por otro lado, estudios geofísicos muestran que la morfología del lecho rocoso en varios glaciares italianos, como el Marmolada, predispone a la inestabilidad. Este tipo de terreno, en combinación con el agua de deshielo acumulada, está contribuyendo a un mayor riesgo de avalanchas y colapsos glaciales.
Impacto en los recursos hídricos y las comunidades locales
La acelerada desaparición de los glaciares no solo afecta el paisaje, sino que también tiene repercusiones directas sobre las comunidades que dependen del agua de deshielo para la agricultura y el suministro de agua potable.
Durante los meses más cálidos, el agua de deshielo de los glaciares ha sido históricamente un recurso crucial en los Alpes italianos. Sin embargo, en los últimos años se han registrado fluctuaciones peligrosas en el suministro de agua, con inundaciones durante los períodos de deshielo acelerado, seguidas de sequías durante los meses de verano cuando los glaciares ya no pueden aportar suficiente agua.
El impacto también es visible en los ecosistemas circundantes. A medida que los glaciares se retiran, las áreas antes cubiertas por hielo están siendo ocupadas por vegetación, lo que está cambiando el equilibrio natural de la flora y fauna en la región. Se ha observado, por ejemplo, cómo los bosques avanzan hacia cotas más altas, reemplazando los paisajes glaciares que una vez dominaron la región.
La acelerada pérdida de masa glaciar en los Alpes italianos no solo es un síntoma del cambio climático, sino que está generando efectos en cadena que afectan tanto a los ecosistemas alpinos como a las economías locales, poniendo en riesgo el suministro de agua y la estabilidad de los glaciares restantes.
Proyecciones a futuro en los glaciares italianos
Los estudios sobre el futuro de los glaciares en los Alpes italianos indican que el calentamiento global tendrá un efecto drástico en su supervivencia. Bajo los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero establecidos por el IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático), las proyecciones para los glaciares alpinos son alarmantes. En particular, los escenarios RCP4.5 (con un calentamiento moderado) y RCP8.5 (con altas emisiones) muestran que:
«para finales de este siglo, los glaciares de valle en los Alpes italianos podrían perder hasta el 50% de su longitud»
Una de las principales razones detrás de estas proyecciones es el aumento continuo de las temperaturas en los Alpes, que ya han superado el promedio global. Según un informe del Servizio Glaciologico Italiano, la tasa de retroceso de los glaciares italianos ha acelerado desde el inicio del siglo XXI, pasando de una media de 3,94 metros por año entre 1880 y 2000 a 31,95 metros por año entre 2001 y 2021.
A este ritmo, se estima que muchos glaciares pequeños y medianos desaparezcan por completo antes del año 2100, especialmente aquellos situados a altitudes más bajas.
El Inventario de Glaciares Italianos de 2015 ya mostró una reducción significativa en el número y la superficie de los glaciares en comparación con décadas anteriores. Mientras que en 1960 había unos 1000 glaciares en los Alpes italianos, para 2015 la cifra se redujo a 903, y la superficie total de los glaciares disminuyó en aproximadamente un 30%.
Esta tendencia continúa, y algunos estudios más recientes predicen que para 2050, la mayoría de los glaciares por debajo de los 3500 metros desaparecerán casi por completo.
Los efectos de este cambio no se limitan a la pérdida de hielo. Las comunidades locales y las economías que dependen del agua de deshielo se verán gravemente afectadas. La desaparición progresiva de los glaciares disminuirá el caudal de los ríos que alimentan grandes áreas agrícolas, así como el suministro de agua potable para poblaciones rurales y urbanas en regiones cercanas. Además, la pérdida de estos glaciares puede intensificar otros fenómenos climáticos extremos, como las inundaciones repentinas, seguidas de períodos de sequía.
Por otra parte, estudios basados en modelos climáticos han proyectado que para 2100, bajo un escenario de emisiones sin mitigación (RCP8.5), la totalidad de los glaciares en los Alpes italianos, incluyendo los de mayor altitud, podrían haber perdido entre un 70% y un 90% de su masa. Los únicos glaciares que podrían sobrevivir más allá de este siglo serían aquellos situados en las cumbres más elevadas y protegidos por formaciones rocosas que los aíslan parcialmente del calentamiento global.
En resumen, las proyecciones para los glaciares italianos son sombrías. La pérdida de masa glaciar no solo afectará a los ecosistemas locales, sino que también generará importantes desafíos socioeconómicos para las comunidades que dependen de estos recursos naturales. Si no se toman medidas inmediatas para mitigar el cambio climático, el paisaje alpino podría cambiar para siempre, dejando solo el recuerdo de un mundo de hielo que una vez dominó las montañas italianas.
Acciones para la esperanza y la mitigación del retroceso glaciar
A pesar del sombrío panorama que enfrentan los glaciares italianos y de los Alpes en general, todavía hay razones para mantener la esperanza.
La comunidad científica, las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales están trabajando activamente en soluciones para mitigar el impacto del cambio climático en los glaciares y en los ecosistemas alpinos.
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