¿Qué encontraron en el Gran Agujero Azul de Belice?

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En las aguas cristalinas del Mar Caribe, justo en frente a la costa de Belice, se encuentra un fenómeno geológico que ha intrigado a exploradores, científicos y amantes del océano durante décadas: el Gran Agujero Azul.

Con una apariencia que evoca imágenes de un ojo misterioso en la Tierra, el Gran Agujero Azul es una depresión submarina de proporciones épicas que fue descubierto en la década de 1970 por el famoso explorador marino Jacques Cousteau.

Ubicado en el corazón del arrecife de coral Lighthouse, ha sido durante mucho tiempo un punto de interés tanto para buceadores como para científicos. Con más de 300 metros de ancho y aproximadamente 125 metros de profundidad, este sumidero submarino se ha mantenido como un enigma, con muchas preguntas sin respuesta sobre su formación y su vida acuática única.

Científicos han confirmado que el Gran Agujero Azul se formó durante las edades de hielo, cuando el nivel del mar era significativamente más bajo. Originalmente, era una cueva terrestre que quedó sumergida a medida que los niveles del océano aumentaban.

La estructura geológica y las estalactitas sumergidas han proporcionado valiosos datos sobre la historia del cambio climático y la elevación del mar.

Gran Agujero Azul de Belice: ¿qué encontraron los científicos?

De acuerdo con el periódico español ‘ABC’, por vez primera, una expedición que fue financiada por el multimillonario Richard Branson, ha logrado crear un mapa 3D del sumidero más grande del mundo, conocido como el Gran Agujero Azul. En el equipo de investigación también participó Fabien Cousteau, nieto del renombrado oceanógrafo francés Jacques Cousteau.

El equipo de científicos se sumergió en el agujero utilizando dos submarinos, logrando capturar imágenes y videos intrigantes que revelaron detalles únicos de su interior.

A medida que se acercaban al fondo del agujero, el equipo de investigadores descubrió cimientos minerales y formaciones de estalactitas. Además, identificaron una capa de sulfuro de hidrógeno a aproximadamente 300 pies de profundidad que absorbe la luz, lo que provoca la apariencia distintiva del agujero y que los buzos entren en la oscuridad total.

La tripulación también quedó sorprendida por la presencia común de criaturas como tortugas marinas, peces, tiburones de arrecife y corales enormes.

Por otra parte, según ‘BBC Mundo’, durante su inmersión, los investigadores vieron que el agujero se divide en tres ‘capas’, cada una con características diferentes.

La capa superior muestra aguas que se asemejan a las características típicas del Caribe, pero a medida que se adentra en las profundidades, la claridad del agua comienza a disminuir. “Es como ir a través de nubes o humo”, expresa Bryan Price, uno de los investigadores que hizo parte de la expedición.

En la tercera capa, la más profunda, no hay luz ni oxígeno, pero de igual manera los investigadores pudieron observar que algunas especies habían caído ahí y se habían mantenido en un estado de conservación.

Erika Bergman, miembro del equipo de la expedición, detalló que una densa capa de sulfuro de hidrógeno tóxico se extendía a lo largo del sumidero, bloqueando la llegada de oxígeno a mayores profundidades.

Adicionalmente, los aventureros reportaron que el agujero se encontraba libre de desechos y aparentemente no había sido impactado por las actividades humanas.

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