Astrónomos de la Universidad de Florida (EE.UU.) descubrieron que un tercio de los planetas que orbitan alrededor de estrellas enanas rojas podrían estar situados en una zona habitable. Las condiciones son apropiadas para contener agua líquida en su superficie, lo que los convierte en candidatos idóneos para albergar vida.
Las enanas rojas constituyen aproximadamente el 70 % de las estrellas conocidas. Se caracterizan por ser pequeñas y frías, además de que su tamaño es como máximo la mitad de nuestro Sol. También es conocido que alrededor de esos cuerpos celestes orbitan miles de millones de planetas.
El “calentamiento por marea” elimina posibilidades
Para que esos planetas tengan el suficiente calor para ser habitables, deberían orbitar muy cerca de sus estrellas madre. En un nuevo estudio se demostró que tal proximidad, comparable a la distancia de Mercurio al Sol, los expone a un proceso conocido como “calentamiento por marea”.
Esto se debe en gran medida a la forma de la órbita de los planetas. Cuanto más ovalada sea esta, más excéntrica será, por lo que estarán sujetos a una atracción gravitacional diferente en ciertos puntos de su trayectoria orbital. Esto provocará que la fricción caliente demasiado a los objetos cósmicos, evaporando los rastros de agua líquida en ellos.
Tras examinar la excentricidad de 150 planetas ubicados alrededor de estrellas enanas rojas que tienen aproximadamente el tamaño de Júpiter, mediante datos obtenidos de los telescopios Kepler de la NASA y Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), se determinó que dos tercios de estos cuerpos espaciales tenían órbitas excéntricas incapaces de alojar vida en su interior, aunque un tercio de ellas podrían ser habitables.
Planetas con orbitas circulares
Asimismo, se encontró que los sistemas estelares con múltiples planetas son más propensos a tener órbitas circulares, permitiéndoles retener agua líquida. Sin embargo, se cree que las estrellas con un solo planeta tienen más probabilidades de verse sometidas a las fuerzas de marea extrema. Esto elimina rastros del vital líquido.
“Creo que este resultado es realmente importante para la próxima década de investigación de exoplanetas, porque los ojos se están desplazando hacia esta población de estrellas”, aseguró la investigadora Sheila Sagear.
“Estas estrellas son excelentes objetivos para buscar pequeños planetas en una órbita en la que es concebible que el agua sea líquida y, por lo tanto, el planeta sea habitable”.