Una hembra de tiburón ballena, protagonista de #Cienciaalobestia, ha realizado una ruta de 20.142 kilómetros desde el Pacífico oriental hasta el oeste del Indopacífico, un trayecto que le llevó varios meses en recorrer.
Según el equipo de científicos que la ha monitorizado a través de las aguas del Pacífico, se trata no solo de la migración más larga registrada hasta ahora, sino también de la primera evidencia de una posible ruta transpacífica de esta especie migratoria.
A pesar de ser el pez más grande del mundo, poco se sabe aún sobre la biología de este gigante marino que puede alcanzar unos 12 metros de longitud y sumergirse a una profundidad de hasta 1.900 metros. Lo que sí sabemos es que en los últimos 75 años, casi la mitad de estos tiburones han desaparecido. Por eso, en 2016 la especie fue clasificada como en peligro de extinción.
Para intentar conocer mejor la biología de estos escualos, un equipo de investigadores Smithsonian Tropical Research Institute en EE UU ha monitorizado 45 ejemplares en las aguas panameñas y protegidas de la isla Coiba, la mayor de la costa de Centroamérica.
Una de las hembras –bautizada Anne por los científicos– sorprendió a los científicos al realizar 20.142 kilómetros en el Pacífico. Es la primera vez que se registra una migración tan larga. Los investigadores, liderados por Héctor Guzmán, indican que se trata además de la primera evidencia de una posible ruta transpacífica.
El equipo se basó en las señales de unos de los dispositivos de localización del tiburón para seguir al animal pero solo cuando este nada en la superficie. Así Anne realizó en varios meses el siguiente trayecto: permaneció en aguas panameñas durante 116 días, luego nadó hacia la Isla Clipperton (que pertenece a Francia), cerca de la Isla del Coco (Costa Rica) en su ruta hacia la Isla Darwin en Galápagos (Ecuador), un sitio conocido por atraer grupos de tiburones.
Unos 266 días después de empezar a monitorizarla, la señal desapareció, lo que indica que Anne se encontraba en aguas demasiado profundas. Tras 235 días de silencio, las transmisiones comenzaron de nuevo, al sur de Hawái donde estuvo nueve días. Después continuó por las Islas Marshall hasta que llegó a la Fosa de las Marianas, un cañón en el océano cerca de Guam en el Pacífico Occidental.