VIDEO | Así era el cerebro del espinosaurio

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Investigadores de la Universidad de Southampton y la Universidad de Ohio han reconstruido el cerebro y el oído interno de dos espinosaurios encontrados en Reino Unido, lo que contribuye a conocer mejor cómo estos grandes dinosaurios depredadores interactuaban con su entorno.

Los espinosaurios eran un grupo inusual de dinosaurios terópodos, equipados con largas mandíbulas similares a las de un cocodrilo y dientes cónicos. Estas adaptaciones les ayudaron a vivir un estilo de vida semiacuático que implicaba acechar las riberas de los ríos en busca de presas, entre las que se encontraban peces grandes. Esta forma de vida era muy diferente a la de los terópodos más familiares, como Allosaurus y Tyrannosaurus.

Para comprender mejor la evolución del cerebro y los sentidos de los espinosaurios, el equipo de Chris Barker escaneó fósiles de Baryonyx de Surrey y Ceratosuchops hallados en la Isla de Wight. Estos dos son los espinosaurios más antiguos de los que se conoce material craneal. Las enormes criaturas habrían estado vagando por el planeta hace unos 125 millones de años. Los cráneos de ambos especímenes están bien conservados y el equipo reconstruyó digitalmente los tejidos blandos internos que se habían podrido durante mucho tiempo.

Los investigadores, que publican sus resultados en la revista Journal of Anatomy, encontraron que los bulbos olfativos, que procesan los olores, no estaban particularmente desarrollados y que el oído probablemente estaba en sintonía con los sonidos de baja frecuencia. Las partes del cerebro involucradas en mantener la cabeza estable y la mirada fija en la presa posiblemente estaban menos desarrolladas que en los espinosaurios posteriores, más especializados.

El cerebro del espinosaurio


“A pesar de su ecología inusual, parece que el cerebro y los sentidos de estos primeros espinosaurios conservaron muchos aspectos en común con otros terópodos de cuerpo grande: no hay evidencia de que sus estilos de vida semiacuáticos se reflejen en la forma en que se organizan sus cerebros”, explica Barker.

Una interpretación de esta evidencia es que los ancestros terópodos de los espinosaurios ya poseían cerebros y adaptaciones sensoriales adecuadas para la captura de peces a tiempo parcial, y que ‘todo’ los espinosaurios tenían que hacer para especializarse para una existencia semiacuática era desarrollar un hocico inusual y dientes.

“Debido a que los cráneos de todos los espinosaurios están tan especializados para la captura de peces, es sorprendente ver cerebros tan ‘no especializados’”, añade Darren Naish, coautor del estudio. “Pero los resultados siguen siendo significativos. Es emocionante obtener tanta información sobre las capacidades sensoriales (audición, sentido del olfato, equilibrio, etc.) de los dinosaurios británicos. Usando tecnología de punta, básicamente obtuvimos toda la información relacionada con el cerebro que pudimos de estos fósiles”, asegura Naish.

En los últimos años, el Laboratorio EvoPalaeo de la Universidad de Southampton ha llevado a cabo una investigación sustancial sobre nuevos espinosaurios de la Isla de Wight. Ceratosuchops solo fue anunciado por el equipo en 2021, y su descubrimiento fue seguido por la publicación de otro nuevo espinosaurio, el gigantesco espinosaurio White Rock, en 2022 . La caja craneana de Ceratosuchops se escaneó en el Centro de imágenes de rayos X μ-Vis de la Universidad de Southampton, hogar de algunos de los escáneres de tomografía computarizada más potentes del país, y un modelo de su cerebro se exhibirá junto con sus huesos en Dinosaur Isle Museum en Sandown, en la Isla de Wight.

Una revolución de las imágenes


“Esta nueva investigación es solo la última en lo que equivale a una revolución en la paleontología debido a los avances en las imágenes de fósiles basadas en TC”, afirma Lawrence M. Witmer, profesor de anatomía de la Universidad de Ohio, especializado en la tomografía computarizada de dinosaurios. “Ahora estamos en condiciones de poder evaluar las capacidades cognitivas y sensoriales de los animales extintos y explorar cómo evolucionó el cerebro en dinosaurios con comportamientos extremos como los espinosaurios”.

“Este nuevo estudio destaca el importante papel que tienen los fósiles británicos en nuestra comprensión de los dinosaurios, que evoluciona constantemente y avanza rápidamente”, asegura Neil Gostling, quien dirige el EvoPalaeoLab de la Universidad de Southampton. “Los espinosaurios en sí mismos son uno de los grupos de dinosaurios más controvertidos, y este estudio es una valiosa adición a las discusiones en curso sobre su biología y evolución”.

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