Se trató de una prueba crucial para el futuro. Permitirá proteger a la Tierra de una eventual amenaza. Así fue el momento del impacto transmitido en directo por la NASA
En un hecho inédito, la NASA desvió la trayectoria de un asteroide estrellando contra él una nave kamikaze, en una prueba de «defensa planetaria» que según se informó oficialmente permitirá proteger mejor a la Tierra de una eventual amenaza futura. Describieron que la misión fue exitosa.
La misión de redirección de asteroides DART (dardo, en inglés) despegó en noviembre desde California y después de diez meses de viaje. Como se había informado, la nave espacial chocó contra el asteroide Dimorphos a las 23H14 GMT del lunes (20.14 hora argentina), a una velocidad de más de 20.000 kilómetros por hora.
La nave no es más grande que un automóvil y el asteroide tiene unos 160 metros de diámetro, es decir la mitad de la altura de la Torre Eiffel.
IMPACT SUCCESS! Watch from #DARTMIssion’s DRACO Camera, as the vending machine-sized spacecraft successfully collides with asteroid Dimorphos, which is the size of a football stadium and poses no threat to Earth. pic.twitter.com/7bXipPkjWD
— NASA (@NASA) September 26, 2022
A diferencia de lo que ocurría en las películas «Armageddon» o «Don’t Look Up», Dimorphos no representa un peligro para la humanidad de ninguna manera: su órbita alrededor del Sol pasa a solo siete millones de kilómetros de la Tierra en su punto más cercano, según indicó la agencia AFP.
«Es importante hacer esto antes de que descubramos una necesidad real«, dijo Andrea Riley, a cargo de la misión en la NASA.
El momento del impacto y los momentos previos se pudo seguir en directo a través del canal de la agencia espacial estadounidense.
Según se explicó, no se trató de destruir el asteroide sino de empujarlo ligeramente con una técnica que se llama impacto cinético.
Dimorphos es, en realidad, el satélite de un asteroide más grande denominado Didymos (de 780 metros de diámetro), que cumple su órbita en 11 horas y 55 minutos.
El objetivo fue reducir la órbita de Dimorphos alrededor de Didymos en unos diez minutos, de acuerdo a lo indicado por la NASA.
Este cambio se puede medir con telescopios desde la Tierra, observando la variación de brillo cuando el asteroide pequeño pasa por delante del grande.
El objetivo puede parecer modesto, pero esta prueba fue crucial para el futuro ya que se trata de comprender mejor cómo reaccionará Dimorphos, representativo de una población de asteroides bastante comunes, cuya composición exacta no se conoce.
El efecto del impacto dependerá en gran medida de su porosidad, es decir, de si es más o menos compacto.
Para alcanzar un objetivo tan pequeño, la nave se dirigió de forma autónoma durante las últimas cuatro horas, como un misil autoguiado.
Su cámara, llamada DRACO, tomó en el último momento todas las imágenes del asteroide, cuya forma (redonda, oblonga, etc.) aún se desconoce. Lo hizo a un ritmo de un cuadro por segundo, visible en vivo en la Tierra con un retraso de solo unos 45 segundos.
«Comenzará como un pequeño punto de luz y, finalmente, se ampliará y llenará todo el campo visual», dijo Nancy Chabot, del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins, donde se encuentra el centro de control.
«Estas imágenes seguirán llegando, hasta que dejen de hacerlo«, agregó, refiriéndose al momento de la explosión.
Tres minutos después, un satélite del tamaño de una caja de zapatos, llamado LICIACube y lanzado por DART hace unos días, pasará a unos 55 kilómetros del asteroide para capturar imágenes de la colisión, que serán enviadas a la Tierra en las próximas semanas y meses.
El evento también fue observado por los telescopios espaciales Hubble y James Webb, que debieron poder detectar una brillante nube de polvo.
Luego, la sonda europea HERA, que despegará en 2024, observará de cerca a Dimorphos en 2026 para evaluar las consecuencias del impacto y calcular, por primera vez, la masa del asteroide.