La vitamina K es liposoluble (soluble en grasa) y puede encontrarse como filoquinona, un elemento presente en la mayoría de las verduras de hojas verdes o como menaquinonas, cuyo aporte depende del consumo de algunas carnes animales y de productos fermentados, estas últimas también pueden ser sintetizadas por bacterias presentes en el cuerpo humano.
La síntesis de la vitamina K se realiza siempre y cuando las personas se expongan al sol, por ello también se la llama la Vitamina del Sol. La exposición al sol que se necesita es mínima y en zonas de incidencia solar alta esto no significa ningún problema. Pero sí es una dificultad, en las áreas en las que la luz solar puede desaparecer durante largos períodos.
Aun cuando una persona ingiriera una dosis elevada de esta vitamina, ésta sería prácticamente inocua, gracias a que la vitamina K se degrada con facilidad y se expele muy rápidamente a través del sistema urinario y digestivo, por lo que es muy raro que se padezca sobredosis de esta vitamina.
La Vitamina K y la coagulación
De las trece proteínas vinculadas con la coagulación de la sangre, cuatro dependen de la presencia de la Vitamina K para producirlas. Entre ellas destaca la de la protrombina, sin la que sería imposible que una herida cerrase. A quienes toman algún tipo de medicación que previene la formación de coágulos, se les indica específicamente que deben comer alimentos ricos en Vitamina K o tomar suplementos.
La Vitamina K y la salud ósea
También es fundamental la presencia de la Vitamina K en la producción de ciertas proteínas del sistema óseo, como es el caso de la osteocalcina, que resulta vital para prevenir la degradación y/o el debilitamiento de los huesos. En mujeres mayores de 45 años, con o sin tendencia a padecer osteoporosis, se recomienda llevar una vida saludable y activa y consumir alimentos con Vitamina K.
La vitamina K y el corazón
Muchos médicos recomiendan la ingestión de alimentos ricos en Vitamina K a sus pacientes cardíacos, ya que es necesaria para producir la MGP o proteínas de matriz Gla, la que, según algunos estudios, sería capaz de capaz de prevenir el endurecimiento y hasta la calcificación de las arterias que alimentan al corazón, una afección cardíaca muy común, generalmente agravada por el estrés, la comida basura y el sedentarismo.
Superalimentos que aportan Vitamina K
Las crucíferas ecológicas son excelentes fuentes de Vitamina K en general y en particular, el Kale o col rizada, especialmente si está cocida es la que más vitamina K aporta, seguida por el brócoli y la col. También contienen esta vitamina: las acelgas, espinacas y lechuga y la mostaza verde.