Parece un proyecto futurista, sin embargo, en la progresista Alemania está por ser construida la primera autopista para bicicletas del mundo. Probablemente se llamará Radler B-1 y se desarrollará paralelamente a la autopista del Nord Reno Westphalia, el tramo de carretera de entre los más activos de Alemania, que conecta Dortmund a Duisburgo, los dos centros industriales más importantes y poblados de la federación.
La primera carretera para bicis revolucionará el plan de transporte alemán, de acuerdo con las estimaciones del ministro socialdemócrata Harry Voigtsberger. De hecho, muchos viajeros ya han decidido renunciar a los coches, para evitar las largas colas en la A40, rebautizada ‘la Autobahn de los caracoles’.
A menudo los trabajadores alemanes prefieren utilizar las bicicletas. Por eso la empresa de transporte urbano de la Ruhr está estudiando los costes y la proyectación de esta bici-carretera, que deberá ser asfaltada, no tener cruces y estar bien iluminada.
Larga 60 km, ancha 5 metros, la autopista para bicicletas, además que resolver la emergencia tráfico, asegurará una menor emisión de sustancias contaminantes en el aire, fomentando, al mismo tiempo, la viabilidad y el ambiente.