Finalizó la última edición de la Bioferia en el Hipódromo de Palermo de Buenos Aires, con un récord total de convocatoria, más de 200 expositores y decenas de miles de asistentes, consolidándose como el mayor encuentro latinoamericano entre consumidores y productores responsables.
Uno de los atractivos principales para las familias fue la “Isla de la Niñez”, que ofreció talleres de cocina, de siembra, de lectura, pintura, títeres, juegos y más. Este espacio estuvo signado por la propuesta de zafranito, hábitos honestos, una marca orgánica de alimentos para chicos y chicas que nació con el propósito de combatir la obesidad infantil, que según la OMS representa el mayor problema de salud pública de este siglo.
“Me encantaría que todas las personas que pasaron el portal y entraron con sus peques en la isla de la niñez se hayan llevado un nuevo hábito para incorporar a su vida. En zafranito buscamos combatir la obesidad infantil y para eso promovemos buenos hábitos, esos que una vez descubiertos no queremos dejarlos más, como cuidar una huerta, cocinar en casa, leer, andar en bici, tocar un instrumento, practicar yoga o jugar al aire libre”, expresó Nito Anello, co-fundador de zafranito. Y agregó: “La Bioferia fue una fiesta, un gran ejemplo de que la salida es colectiva, colaborando y tejiendo redes. Me encantó ver a tanta gente que se preocupa por averiguar cómo se produce y qué valores hay detrás de las cosas que compra”.
En sintonía, Carolina Muñoz Agopian, de Experiencias Canguro, que estuvo en la isla zafranito con su espacio sobre crianza positiva, agregó: “Estoy feliz de haberme sumado a la Isla de la Niñez, leyendo el cuento “La Niña y la Enredadera” y con el taller con reciclados y recursos naturales. En un lindísimo espacio al aire libre, pudimos hacer actividades vinculares y disfrutar el tiempo con las familias. Creo que, en definitiva, somos ese tiempo que brindamos y las semillas que plantamos”.
“Desde Germinar agradecemos que zafrán nos haya invitado a participar con nuestro taller. Sentimos que pudimos transmitirles a niños y niñas algo de nuestro amor por el ambiente, las huertas agroecológicas y los alimentos sanos”, aportó Catalina Zorich. “Lo anterior es importantísimo para reconectarse con la naturaleza, valorar y proteger el planeta, que es nuestra casa común”, agregó Yael Tachdjian también de la Asociación Civil Germinar, dedicada a la concientización sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y preservación de la biodiversidad.
“En la Isla de la Niñez se sentía armonía, una energía que invitaba a la diversión, a la exploración y la curiosidad. Lo más hermoso fue que, no solo las infancias, fueron las que disfrutaron del espacio, sino que todas las personas interactuaron, jugaron, rieron, aprendieron y para mi persona, eso lo es todo. Feliz de ser parte y de poder
La Bioferia
El crecimiento de la Bioferia tanto en Argentina, como Uruguay, Paraguay, Chile y México, se explica como la expresión de un espíritu de época o el sentir de una parte de la ciudadanía que demanda un estilo de vida más sustentable. Durante tres días consecutivos, 6, 7 y 8 de mayo, 40.000 personas visitaron la Bioferia atraídos por propuestas gastronómicas, de bienestar, arquitectura, diseño, movilidad, eco turismo, vida en la naturaleza, charlas bajo los árboles, talleres de activismo ambiental, yoga, música bajo el sol y actividades para las infancias con un denominador común: el desarrollo sostenible.