Cazadores furtivos de pumas en México podrían pasar hasta 9 años en prisión

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Ante la denuncia de pobladores de Tixkokob y Cacalchén en redes sociales sobre la cacería de estos felinos, la Profepa inicia investigaciones para dar con los responsables.


A raíz de que se hicieron públicas en redes sociales acciones de caza furtiva en contra de pumas en dos municipios de Yucatán, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ya realiza investigaciones para dar con los responsables de estos actos.

El Código Penal Federal establece en su Artículo 420 una pena de uno a nueve años de prisión y una por el equivalente de trescientos a tres mil días multa para esta conducta que constituye un delito. La multa equivale a la percepción neta diaria del sentenciado en el momento de consumar el delito, tomando en cuenta todos sus ingresos.

La Profepa informó que el puma (Puma concolor) se encuentra enlistado en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites, por sus siglas en inglés).

En este documento se incluyen las especies sobre las que se cierne el mayor grado de peligro entre la flora y fauna. Estas variedades están en peligro de extinción y la Cites prohíbe el comercio internacional de ejemplares de esas especies.

Como se recordará, el pasado miércoles 22, pobladores de Tixkokob y Cacalchén denunciaron en redes sociales la caza de pumas. Al enterarse de las acciones de cacería furtiva de estos felinos, inspectores de la Profepa acudieron al día siguiente al establecimiento señalado en las publicaciones.

En el lugar, el inspeccionado señaló que otra persona fue quien entregó un ejemplar del felino muerto que fue hallado en un monte de las ruinas de Aké, en Tixkokob.

Ante esta declaración, el personal de la Procuraduría se trasladó al lugar indicado y al identificar a la persona referida, ésta aseguró haber encontrado al puma con impactos de arma de fuego en la misma localidad. Explicó que lo anterior dio lugar a que varias personas comenzaron a tomarse fotos con el cadáver del felino.

La Profepa identificó y acudió al lugar donde se ubicó al ejemplar muerto, encontró los restos dentro de una bolsa de rafia blanca.

Se determinó que se trataba de un ejemplar de puma hembra, sin cabeza, ni patas delanteras y traseras, y sin parte de la piel, por lo que se le cubrió con tierra para que prosiguiera la descomposición del ejemplar. Se le dio destino final en el tramo carretero Tixkokob-San Antonio Millet.

La autoridad inició el procedimiento administrativo correspondiente para darle continuidad a esta investigación. En las redes sociales muchas personas, incluyendo habitantes de las zonas en las que han ocurrido estos hechos, se han pronunciado contra ese tipo ilegal de cacería, exigiendo sanciones, pues también hay caza indiscriminada de hembras gestantes de venado cola blanca.

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