En un mundo cada vez más urbanizado, donde se estima que para 2050 el 70% de la población vivirá en ciudades verdes. En este sentido, el concepto de ciudades inteligentes y sostenibles dejó de ser una visión futurista para convertirse en una urgente estrategia de adaptación climática y bienestar colectivo.
En Colombia, este desafío es aún más apremiante: más del 80 % de la población habita en zonas urbanas. Por ello, avanzar hacia un modelo urbano respetuoso con el medioambiente, equitativo y tecnológicamente eficiente se transformó en una prioridad nacional.
La VIII Cumbre de Sostenibilidad, organizada por Foros Semana y que se celebrará el 15 de julio en Bogotá, reunirá a expertos nacionales e internacionales para analizar cómo los territorios pueden transformarse en espacios resilientes, habitables y sostenibles bajo el lema ‘Territorios sostenibles’. Uno de los focos del encuentro será el desarrollo de smart cities, con énfasis en soluciones en movilidad, infraestructura verde, gestión de recursos y planificación urbana.

Tecnología al servicio del planeta
Colombia dio pasos firmes en esta dirección. La Política Nacional de Ciudades y Territorios Inteligentes, liderada por el Ministerio TIC, promueve el uso de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el internet de las cosas y el análisis de datos masivos para optimizar la gestión pública, reducir emisiones y mejorar la calidad de vida urbana.
Ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga lideran este proceso con proyectos que integran lo ambiental y lo digital. La Visión Colombia 2050, impulsada por el Departamento Nacional de Planeación, incluye la sostenibilidad urbana como pilar de desarrollo, con metas alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Transporte limpio y espacio público resiliente
Uno de los frentes más visibles del avance sostenible en Colombia es la movilidad eléctrica. El país ya es el segundo de América Latina con mayor cantidad de buses eléctricos —más de 1.400 solo en Bogotá— y avanza hacia la electrificación del transporte intermunicipal. Esta transición reduce las emisiones de CO₂ y mejora la calidad del aire urbano, impactando directamente en la salud pública.
En paralelo, la capital colombiana impulsó una estrategia integral de adaptación climática con la implementación de ciudades verdes. Según Adriana Soto, secretaria de Ambiente de Bogotá, los esfuerzos se enfocan en restaurar ecosistemas hídricos, prevenir desastres naturales y mejorar la calidad del aire con mecanismos innovadores.
En el Caribe, Barranquilla transformó más de 31.000 metros cuadrados en infraestructura verde: parques adaptados a inundaciones, zonas de sombra y paisajismo urbano que mitigan las islas de calor, demostrando que el diseño ecológico también es una herramienta de justicia ambiental.
Escenarios de innovación y cooperación
Eventos como Smart Cities Latam en Medellín y la próxima EXPOI 2025 en Bogotá están convirtiendo al país en un referente regional en desarrollo urbano inteligente. Estas plataformas fomentan el intercambio de ideas, la cooperación público-privada y la replicabilidad de proyectos exitosos.
La Cumbre de Sostenibilidad será una oportunidad clave para articular políticas, iniciativas y actores bajo una visión compartida de futuro. No solo se debatirán avances tecnológicos, sino también la necesidad de construir ciudades más humanas, justas y ecológicamente viables. Una cita imperdible este 15 de julio en el Cubo Colsubsidio.
¿Por qué son importantes los transportes públicos ecológicos?
El transporte público ecológico, también conocido como transporte sostenible, se refiere a los sistemas de transporte que buscan minimizar el impacto ambiental, utilizando energías renovables y reduciendo emisiones contaminantes. Este enfoque incluye la promoción de medios como el autobús, el tren y la bicicleta, así como la implementación de tecnologías como los vehículos eléctricos híbridos.
Beneficios
- Reducción de emisiones: El uso de energías renovables y la eficiencia de los vehículos contribuyen a disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes, mejorando la calidad del aire.
- Mejora de la salud: Promueve el uso de medios de transporte no motorizados como la bicicleta y la caminata, lo que contribuye a la salud física y mental de las personas.
- Reducción de la congestión: Al priorizar el transporte público, se reduce la cantidad de vehículos particulares en las calles, disminuyendo la congestión del tráfico y el tiempo de viaje.
- Mayor eficiencia: El transporte público, especialmente los sistemas ferroviarios y de autobús, son más eficientes en términos de energía y recursos por pasajero que los vehículos particulares.
Fuente: Semana.