Todos podemos contribuir al medio ambiente y aportar nuestro grano de arena para conseguir un mundo más sostenible y amable. Día a día, tomamos decisiones que ahondan aún más en la huella de carbono que dejamos o ayudan a la transición hacia una sociedad que produzca menos emisiones y evite agotar los recursos naturales.
Estas son algunas de las acciones que puedes seguir:
Eficiencia energética
Uno de los factores para contribuir al medio ambiente y que más ayudan a ahorrar energía es contar con electrodomésticos que utilicen la electricidad de forma eficiente. Los avances tecnológicos han ayudado a que cada vez sea necesaria menos energía para hacer las mismas tareas. Por ejemplo, se utilizan nuevos compuestos en los frigoríficos para mantener el frío o se mejoran los diseños para evitar pérdidas de calor en las cocinas.
Aun así, no hay que ser ningún experto para saber qué electrodoméstico es el más eficiente. La Unión Europea instauró un sistema de etiquetas en las que aparecen la información más importante sobre el consumo, así como una clasificación por letras de la A a la G. Cada electrodoméstico se compara con otros de su misma categoría. Los electrodomésticos más eficientes son más caros que otros con peor etiqueta, pero a la larga contribuir al medio ambiente, el ahorro energético también se traduce en ahorro en la factura de la luz, por lo que adquirir un electrodoméstico eficiente se puede ver como una buena inversión. Si no puedes comprar todos los electrodomésticos a la vez, estos son los aparatos que más energía consumen y, por tanto, en los que se puede ver el ahorro más fácilmente.
Frigoríficos y congeladores
En la mayoría de los casos, ambos electrodomésticos van de la mano. Su consumo no es muy elevado, pero suele ser constante, lo que convierte a los frigoríficos en los electrodomésticos que más energía gastan, en torno al 18% de la factura. En modelos muy eficientes, el consumo anual suele ubicarse en torno a los 300 kWh. Sin embargo, al estar constantemente encendidos para contribuir al medio ambiente, pequeños cambios en la eficiencia energética pueden traducirse en aumentos significativos, alcanzando casi los 650 kWh al año.
Vitrocerámicas
Otro de los electrodomésticos que más consumen son las vitrocerámicas, especialmente si hablamos de términos absolutos. Muchos modelos pueden llegar a consumir hasta 2.3 kWh al utilizar los fogones más grandes. Tanta potencia provoca que muchos hogares deban tener contratada más potencia para evitar interrupciones de suministro. Aunque su uso está muy delimitado en el tiempo, de media supone más del 15% del consumo eléctrico.
En este caso, la tecnología que se utiliza tiene una importancia capital, más incluso que la etiqueta energética. Las cocinas de inducción son la mejor elección, ya que utilizan un sistema que calienta únicamente la superficie de las sartenes y ollas que están en contacto con ella. Esto evita que se disipe el calor. Además, la transmisión de energía también es más rápida y directa.
Climatización
La factura de la luz se dispara tanto en invierno como en verano, cuando tratamos de mantener una temperatura agradable dentro de casa. Los aires acondicionados necesitan utilizar mucha electricidad, especialmente para poder generar calor. Sin embargo, una vez más la tecnología que se emplee será clave. El consumo de una bomba de calor y de aparatos que utilizan tecnología Inverter puede llegar a ser hasta 5 veces menor que el de los aires acondicionados convencionales.
Consumo responsable
Cuidar el medio ambiente no solo depende de tener electrodomésticos eficientes, sino también de saberlos utilizar bien. De nada sirve, por ejemplo, contar con bombillas LED de bajo consumo si dejamos las luces de la casa encendidas innecesariamente. Estos son algunos consejos para consumir electricidad de forma responsable:
- Aprovecha la luz del sol: el sol no solo aporta claridad, sino también calor para los meses más fríos. Aprovecha las horas centrales del día y exprime hasta el último rayo antes de encender las luces en casa.
- Sácale partido a las ventanas: las ventanas son un elemento esencial para evitar pérdidas de temperatura. Son las responsables de crear un buen aislamiento térmico. Mantenlas cerradas para evitar que se escape el calor o el frío, utiliza las funciones oscilobatientes para ventilar la casa y utiliza las persianas en verano para mantener una penumbra fresca y agradable.
- Invierte en domótica: cada vez se pueden programar más aspectos de una casa. Luces, persianas, robots de cocina, robots limpiadores… muchos modelos se pueden configurar para que aprovechen la energía de la forma más eficiente, cómo regular la intensidad o activarse en el momento adecuado del día. Se evita así, por ejemplo, no poder hacer cambios de última hora y dejar la comida preparada antes de tiempo o la calefacción puesta innecesariamente.
Elegir los momentos adecuados
Una de las últimas formas de cuidar la naturaleza en nuestra casa es, a la vez, una forma de ahorrar bastante dinero. Se trata de aprovechar los momentos del día en los que la luz es más barata. El precio de la luz está marcado por el precio de la energía más cara que se tiene que utilizar para cubrir la demanda energética en cada momento. Los precios más caros suelen estar relacionados con el uso de combustibles fósiles, ya que las energías renovables son bastante más baratas. Por tanto, al consumir electricidad en los momentos de menor precio, como la noche, estaremos fomentando que se utilice más energía proveniente de fuentes renovables en lugar de tener que producir más energía en centrales que emplean gas, carbón o petróleo.
Para saber cuándo poner la lavadora hoy, se pueden utilizar diversas aplicaciones móviles que están conectadas al precio de la luz en el mercado mayorista.