Cinco años después de que España firmara el acuerdo de París, el Congreso de los Diputados aprobó hoy la primera Ley contra el cambio climático, con el apoyo de la mayor parte de los partidos políticos. Solo Vox ha votado en contra.
Esta nueva ley establece cuatro objetivos básicos: una reducción del 23% de las emisiones de C02 en el 2030, la prohibición de vender coches de gasolina o gasoil a partir del 2040, el aumento de la producción de las energías limpias más del 42% y la obligación de disponer de un área de bajas emisiones para los coches en las ciudades de más de 50.000 habitantes.
Solo Vox ha votado en contra de esta nueva ley, y el Partido Popular se abstuvo, pero los grupos ecologistas critican ya esta nueva norma legal por tener unas metas demasiado pequeñas. El texto de esta ley ha sido realizado por el Gobierno y, al final, ha obtenido el apoyo de todos los grupos excepto el de Vox, que ha votado en contra, y del Partido Popular y Más País-Verdes Equo, que se abstuvieron.
La primera ley española contra el cambio climático entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE, pero sigue sin gustar a los grupos ecologistas, porque afirman que sus objetivos son demasiado pequeños “ante la gravedad de la crisis climática”, como explica a la Cadena SER Alicia Cantero, portavoz de Greenpeace.
Además, la Ley contra el cambio climático prohíbe también las prospecciones y explotación de hidrocarburos en España y los proyectos de fracturación hidráulica (el famoso “fracking”) y la minería de uranio. Con estas y otras propuestas, la Ley fija el objetivo de que España alcance, a más tardar, en 2050 la neutralidad climática, es decir, que ni los vehículos ni las industrias puedan usar ya combustibles de origen fósil, como el carbón, el gas o el petróleo.
“La reducción de emisiones fijadas en un 23% para 2030 nace obsoleta y es insolidaria. Necesitamos apostar por una reducción de un 55%, si no corremos el riesgo de alcanzar una temperatura de 3ºC, lo que nos podría llevar a un cambio climático sin retorno”, ha advertido Cristina Alonso, responsable de Justicia climática de la ONG Amigos de la Tierra.
Más medidas
La aprobación definitiva de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética (que así se llama oficialmente esta nueva norma) marca un hito clave, pero llega con un retraso de una década en uno de los países más expuestos de Europa.
“Hoy es un gran día. Esta ley permitirá que España no sea el desierto de Europa, una ley que marca el inicio del camino”, concluye Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, la mayor organización conservacionista del mundo.