El Pic du Midi de los Altos Pirineos franceses es la segunda Reserva Internacional de Cielo Estrellado en el mundo. Allí se busca preservar la calidad del cielo estrellado para el desarrollo de distintos tipos de investigaciones destinadas a la educación.
La reserva cuenta con una superficie de 50 kilómetros cuadrados y al menos unos diez o quince en las zonas que lo rodean. Las ciudades que quedaron dentro de este territorio deben cumplir algunas condiciones básicas para tener un cielo en el que las estrellas puedan ser apreciadas de la mejor manera.
Algunas de las condiciones que estas ciudades deben cumplir tienen que ver con la restricción de las zonas de iluminación. Las mismas deben prestar atención y evitar las fuentes que generan deslumbramiento, favoreciendo el uso de lámparas monocromáticas y de baja potencia lumínica.
El Mont-Mégantic de Canadá fue el primer lugar que obtuvo esta designación aplicada por la International Dark-Sky Association. Esta agrupación busca desde hace 25 años frenar el uso de la luz artificial en determinados contextos. Dentro de sus objetivos busca preservar la calidad del cielo estrellado, para que puedan llevarse a cabo actividades de investigación, así como también evitar la contaminación lumínica para proteger a la fauna, flora y su patrimonio celeste.