Gobierno de Brasil usa al coronavirus para encubrir devastaciĆ³n del Amazonas

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A medida que la pandemia de coronavirus se abre camino en el Amazonas, generando temores de un genocidio de sus tribus indƭgenas vulnerables, el gobierno del presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, y sus partidarios estƔn desmantelando las reglas que protegen las reservas naturales. Funcionarios clave del medio ambiente han sido despedidos, y ambientalistas y lƭderes indƭgenas temen que la pandemia se estƩ utilizando como una cortina de humo para un nuevo asalto a la selva tropical.

Dicen que un decreto presidencial en espera de la aprobaciĆ³n del Congreso y las nuevas reglas de la agencia indĆ­gena Funai legalizan efectivamente el acaparamiento de tierras en bosques protegidos y reservas indĆ­genas.

ā€œLos pueblos indĆ­genas del Amazonas estĆ”n solos y tenemos que luchar contra el virus, los madereros y los mineros salvajes. No sabemos cuĆ”l es peor Ā«, dijo Alessandra Munduruku, una lĆ­der indĆ­gena del estado de ParĆ”.

Bolsonaro, conocido por sus comentarios racistas sobre los pueblos indĆ­genas y un argumento nacionalista a favor del desarrollo de la Amazonas, es popular entre los agricultores, mineros, madereros y acaparadores de tierras. Dijo que la reserva indĆ­gena yanomami, la mĆ”s grande de Brasil, era demasiado grande y atacĆ³ a las agencias ambientales por multar a las personas por delitos ambientales.

En diciembre de 2019 emitiĆ³ un decreto conocido como MP910, que permite a los agricultores ocupar hasta 2.500 hectĆ”reas dentro de las reservas controladas por el gobierno para legalizarlo. Una ley anterior en 2017 permitiĆ³ esto para tierras ocupadas hasta 2011. El decreto de Bolsonaro lo extendiĆ³ hasta 2018.

Los crĆ­ticos lo llamaron el Ā«decreto de acaparamiento de tierrasĀ». Agarrar tierras en las reservas federales deforestando, quemando los Ć”rboles muertos y poniendo ganado para consolidar la posesiĆ³n es una prĆ”ctica comĆŗn en la Amazonas.

Ā«La medida permite la titulaciĆ³n de Ć”reas pĆŗblicas que fueron deforestadas ilegalmente con el objetivo de obtener la tierraĀ», dijo Imazon, un grupo ambientalista sin fines de lucro. Los fiscales federales dijeron que facilitarĆ­a aĆŗn mĆ”s el acaparamiento de tierras, en un anĆ”lisis detallado.

El decreto tiene hasta el 19 de mayo para ser aprobado por el Congreso. Los legisladores del lobby agrĆ­cola estĆ”n presionando para que se vote antes de eso, en medio de la pandemia, despuĆ©s de proponer cambios que efectivamente harĆ”n que sea aĆŗn mĆ”s fĆ”cil y mĆ”s barato legalizar la tierra ocupada, incluso si el propietario que busca el tĆ­tulo ya ha recibido un tĆ­tulo de propiedad bajo esquemas de Ā«reforma agrariaĀ» y lo vendieron.

El 22 de abril, Funai publicĆ³ una nueva regla para permitir a los acaparadores de tierras en reservas indĆ­genas regularizar sus tierras, siempre que la reserva no haya completado el largo proceso de demarcaciĆ³n. Ese proceso puede tardar dĆ©cadas en completarse y requiere la aprobaciĆ³n presidencial, yĀ BolsonaroĀ ha prometido no demarcar Ā«un centĆ­metroĀ» mĆ”s de tierra indĆ­gena.

La asociaciĆ³n de empleados de Funai dijo que la nueva regla Ā«convierte a Funai en un notario inmobiliario para los ocupantes ilegales, los acaparadores de tierras y los desarrolladores de tierras en tierras indĆ­genasĀ».

El Consejo Nacional de Derechos Humanos, un organismo federal independiente, solicitĆ³ la revocaciĆ³n de la regla, seƱalando que 237 reservas indĆ­genas aĆŗn no habĆ­an completado el proceso de demarcaciĆ³n y otras seis eran Ć”reas de Ā«uso restringidoĀ» con informes de grupos aislados que no tienen inmunidad a enfermedades comunes como la gripe, no importa Covid-19. Landgrabbers ahora podrĆ­a reclamar el tĆ­tulo en todos estos.

En un movimiento raro, 49 fiscales federales en todo Brasil pidieron que se anule la regla de Funai por su Ā«inconstitucionalidad, no convencionalidad e ilegalidadĀ».

Daniel Azevedo, uno de los fiscales involucrados, dijo que alentĆ³ a los acaparadores de tierras a esperar que se sigan decretos similares.

ā€œEl Amazonas funciona como un mercado de valores. Lo que dicen los que estĆ”n en el poder en el paĆ­s realmente influye en el comportamiento de las personas Ā«, dijo. Ā«Esto transmite el mensaje de que si deforestas ahora en 2020 o 2021, pronto serĆ”s dueƱo de esta Ć”reaĀ», agregĆ³. Ā«La tendencia es que el bosque estarĆ” muy devastado en los prĆ³ximos aƱosĀ».

Los tĆ­tulos defensores de los acaparadores de tierras argumentan que ayudarĆ”n a regularizar la caĆ³tica situaciĆ³n de propiedad de la tierra en la Amazonas. Permitir a los agricultores titular la tierra que ocuparon en el pasado les permite acceder al crĆ©dito y mejorar la productividad, reduciendo su necesidad de expandirse aĆŗn mĆ”s en el bosque, argumentan los agricultores.

El senador IrajĆ” Abreu, quien estĆ” guiando al MP910 a travĆ©s del Congreso, le dijo al Congreso en el sitio Focus que el decreto de acaparamiento de tierras era una Ā«buena ley para el 99% de las familias brasileƱas, para los productores brasileƱos, para las personas que crean empleosĀ».

Funai dijo que su nueva regla Ā«corregirĆ­a las inconstitucionalidades detectadas en los estudios realizadosĀ».

Los ambientalistas desafiaron ese argumento. Ā«El gobierno tiene un proyecto y estĆ” avanzando sobre el bosque, sobre los pueblos indĆ­genas, para beneficiar a aquellos que quieren la tala del bosqueĀ», dijo Mariana Mota, especialista en polĆ­ticas pĆŗblicas de Greenpeace Brasil.

Mientras se desataba la controversia sobre las nuevas reglas, la agencia ambiental brasileƱa Ibama despidiĆ³ a RenĆŖ de Oliveira y Hugo Loss, dos especialistas de campo de alto nivel, semanas despuĆ©s de que coordinaran una operaciĆ³n para expulsar a los invasores de las reservas indĆ­genas en el estado de ParĆ” por temor a que pudieran propagar Covid-19.

La operaciĆ³n habĆ­a aparecido en el popular programa de televisiĆ³n FantĆ”stico, que tambiĆ©n ha expuesto a los acaparadores de tierras pro-Bolsonaro con conexiones polĆ­ticas. El director de protecciĆ³n de Ibama, Olivaldi Azevedo, ya habĆ­a sido despedido.

Los ambientalistas dijeron que reducir la protecciĆ³n y alentar las invasiones de Ć”reas protegidas arriesgaba mĆ”s violencia contra quienes las defienden.

En marzo, un maestro indĆ­gena, Zezico Guajajara, fue asesinado en el estado de MaranhĆ£o, el quinto asesinato en el Ć”rea en seis meses. En abril, Ari Uru-Eu-Wau-Wau, un maestro de la reserva Uru-Eu-Wau-Wau en el estado amazĆ³nico de RondĆ“nia, fue asesinado. Era uno de un grupo que patrullaba la reserva de la tribu y habĆ­a sido amenazado.

Ā«Los invasores creen que pueden ingresar a la reserva indĆ­gena debido a la agenda del gobiernoĀ», dijo Ivaneide Bandeira, del grupo sin fines de lucro KanindĆ©, quien ha trabajado con la tribu durante dĆ©cadas y conocĆ­a a Ari. Ā«Covid es la tapadera y la excusaĀ».

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