Más de 200 científicos de todo el mundo han pedido a los dirigentes de los países más industrializados que incluyan en sus políticas climáticas la reducción del consumo y producción de carne y lácteos, responsables de tantas emisiones a la atmósfera como todo el sector del transporte.
Los científicos, liderados por expertos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) y apoyados por la organización conservacionista Greenpeace, subrayan en una carta dirigida a los gobiernos que minimizar el consumo de carne y lácteos es una excelente medida para reducir la huella de carbono del sector agroalimentario.
La responsable de Greenpeace, Reyes Tirado, ha recordado que el reciente informe sobre suelo del IPCC estima que hasta el 37 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) provienen del sistema alimentario y de todas ellas, la ganadería de carne y lácteos es responsable del 14,5 por ciento.
Para Reyes Tirado, además de contribuir a mitigar la emergencia climática, “una dieta con menos incrementa la salud de las personas”, y por eso los ciudadanos deben incorporarlo en sus demandas a los políticos.