En febrero Google estrenó su nueva sede de Nueva York en St. John’s Terminal. La nueva estructura se construyó sobre la terminal ferroviaria original de la década de 1930, y es un ejemplo de sostenibilidad.
Las vías expuestas a lo largo de la fachada norte hacen un guiño a esta historia, mientras que el diseño sostenible y los espacios de trabajo innovadores se centran en el futuro. “Este edificio representa nuestras últimas ideas sobre cómo podemos trabajar mejor junto con nuestros clientes, socios y entre nosotros”, señala el gigante tecnológico.
Más de 14.000 empleados de Google ahora consideran a Nueva York su hogar, frente a los 7.000 empleados en 2018, cuando anunciaron por primera vez su participación en el proyecto. “No sólo hemos cumplido nuestra promesa de duplicar nuestra fuerza laboral en Nueva York durante la década posterior a ese anuncio, sino que lo hemos hecho en la mitad de tiempo. Es un testimonio de la vitalidad de Nueva York, su diversidad de talentos y sus instituciones de clase mundial que nos mantienen arraigados aquí”, explica Sean Downey, presidente de Google América y Negocios Globales.
La compañía ha trabajado para asegurar que las oficinas de Google en Nueva York mejoren las comunidades donde operan en lugar de sobresalir sobre ellas. Una de las formas en que lo hacen es adaptando edificios históricos para reutilizarlos.
Reutilización de un histórico edificio
La estructura original de la terminal St. John’s sirve como base de su nueva oficina, pero eliminaron la parte que se alzaba sobre la calle Houston, eliminando un túnel oscuro y restaurando la conexión entre el vecindario de Hudson Square y el paseo marítimo.
Se proyecta que la adaptación de la estructura y los cimientos existentes ahorrará aproximadamente 78.400 toneladas métricas de emisiones equivalentes de dióxido de carbono en comparación con la creación de una nueva base estructural. Esto equivale a retirar aproximadamente 17.000 automóviles de las carreteras durante un año.
El edificio tiene más de 6.000 metros cuadrados de vegetación a nivel de la calle, en jardines de vías y en terrazas, redefiniendo lo que significa “espacio verde y de sostenibilidad” para la ciudad de Nueva York.
“Esto no sólo mejora la experiencia de los ocupantes sino que también beneficia a la ecología local”, dice Downey.
Paneles solares
Más del 95 % de las plantas exteriores de la terminal St. John’s son nativas del estado de Nueva York, lo que reintegra el edificio al sistema local. Trabajando con NYC Audubon, han observado más de 40 especies de aves utilizando el hábitat creado en la terminal de St. John, incluidas aves que se abastecen de agua y alimentos para un vuelo migratorio transatlántico.
St. John’s Terminal ha recibido el estándar de construcción ecológica LEED Platinum y es impresionantemente eficiente desde el punto de vista energético. Su gran conjunto de paneles solares reduce el consumo de energía de la red, mientras que se capturan hasta 92.000 galones (casi 350.000 litros) de agua de lluvia para riego. El proyecto, que apuesta por la sostenibilidad, también utilizó madera recuperada del paseo marítimo de Coney Island después del huracán Sandy.
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