Ya no se trata solo de garantizar alta calidad de imagen y de almacenamiento. Las empresas buscan ahora que sus sistemas de viodevigilancia tengan el menor margen de error y de interrupciones de servicio, atentos a que pueden producirse cortes de energía por el calor elevado o la obras de recambio de las redes.
En otro países de la región la disponibilidad es amplia y varias empresas como por ejemplo SAECSA ofrece en México opciones que parten de los 630 dólares.
Su funcionamiento es a base de módulos fotovoltaicos, los cuales, captan la radiación solar convirtiendo esta energía solar, en energía eléctrica de corriente directa, la cual será almacenada en un centro de carga y descarga, que será conectado a un inversor DC-AC que realizará la conversión de voltaje de DC por voltaje de AC, con el cual se alimentaran las cámaras.
La ubicación de los módulos deberá estar sobre azotea o poste, inclinado hacia el sur, libre de sombras, para obtener la mejor captación de energía durante el día, según las especificaciones.
En Argentina, también comenzaron a expandirese las opciones. “Es que más allá de las características técnicas del sistema en sí mismo, los usuarios valoran mucho la disponibilidad de los equipos: quien busca estas soluciones quiere tener el control de lo que sucede en su hogar o negocio las 24 horas de los 365 días del año”, señaló Cristian Giugliano, de Conectia.