Con alrededor de 3 millones de kilómetros cuadrados repartidos en los mares patrimoniales del país, México es el santuario más grande del mundo que protege a todas las especies de ballenas que arriban para reproducirse y dar a luz a sus crías.
El país fue el primero en decretar un área natural protegida con el objetivo de preservar a las ballenas, específicamente a la ballena gris.
Durante lo que va de la temporada de avistamiento de la ballena gris 2016- 2017, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas realizó en enero el primer censo en el que registró la presencia de 347 ejemplares en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, en la península de Baja California.
En la laguna de Ojo de Liebre se contabilizaron 199 ballenas adultas y 109 nacimientos.
Por otra parte, en la laguna de San Ignacio se reportaron 24 ballenas adultas y 15 ballenatos.
Los refugios (ubicados dentro de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno) han permitido el cuidado y la preservación de la especie, pues sus aguas templadas son idóneas para su reproducción, y las políticas de protección a la especie garantizan la seguridad de los cetáceos durante su estancia en México.
La Reserva de la Biosfera El Vizcaíno es el área protegida más grande de nuestro país, con más de 350 mil hectáreas de superficie marina. Desde 1993 se encuentra inscrita como sitio Patrimonio Mundial de la Humanidad.