Actualmente, la compañía norteamericana Nike usa un 100% de energías renovables en Norte América y en Europa en instalaciones propias y las operadas por ella, y sus fabricantes de teñido y fabricación han reducido un 30% el uso de agua dulce, superando el objetivo que se había marcado para el año pasado. Además, los fabricantes de calzado de nivel 1 han conseguido impedir que casi la totalidad de los residuos, el 99,9%, llegase a los vertederos.
“Para nuestro equipo, 2020 ha demostrado cuánto importan la gente y este propósito. Nos ha demostrado la diferencia que nuestra voz y nuestras acciones pueden marcar. Frente a los retos más apremiantes de nuestra sociedad, hemos aceptado la oportunidad única de Nike para abrir camino”, afirmó el presidente y CEO de Nike, John Donahoe.
El Impact Report de 2020 de Nike marca, según Donahoe, un “verdadero punto de inflexión”, pues lanzó su programa de acción climática de proveedores para reducir las emisiones de carbono de sus fabricantes de materiales y productos y un módulo de formación para crear una cultura de deporte divertido e inclusivo para las chicas.
También impulsó, a través de ‘Made to Play’ (‘Hechos para Jugar’), un programa para ayudar a los niños a mantenerse activos a través del juego y del deporte en el que han participado más de 6.700 empleados de las tiendas de 29 países que han sumado 60.000 horas de voluntariado en el 2020. Lucha por la igualdad Paralelamente al reconocimiento que la sociedad está haciendo de la injusticia racial sistémica, Nike ha apostado por la lucha por la igualdad, ya que la marca estadounidense reconoce que “no sería lo que es ahora” sin las importantes contribuciones de los deportistas de color y la cultura negra.
Por ello, ha apoyado a organizaciones cuyo objetivo es avanzar hacia la igualdad racial en Estados Unidos, como por ejemplo el compromiso conjunto de inversión por parte de Nike, Converse, la marca Jordan y Michael Jordan de 140 millones de dólares.
Asimismo, ha elevado a un 49,5% la representación de mujeres en la compañía a nivel mundial y a un 29% la representación de minorías raciales y étnicas en su equipo directivo en Estados Unidos. “Estamos orgullosos de los éxitos que hemos visto, pero sabemos que el trabajo solo acaba de empezar. Seguiremos trabajando para conseguir la reducción de nuestras emisiones en nuestro funcionamiento, para reducir la huella de carbono, acelerar la diversidad e inclusión en nuestros equipos y posibilitar el acceso de los niños al juego y al deporte”, subrayó el CEO de Nike.
Ahora, entre los objetivos que se marca la multinacional de la diosa Niké hasta 2025 figuran la redefinición de un liderazgo responsable, y, por primera vez, vinculará la compensación de los ejecutivos al avance de la empresa en el trabajo por la diversidad e inclusión, la protección del planeta y el avance en la fabricación ética y responsable.
