Además de ser amigable con el medio ambiente, el Urbee tiene un peculiar proceso de fabricación, ya que se trata del primer coche construido con una impresora en 3D. Se espera que beneficie el campo de la medicina al imprimir prótesis.
Urbee es un ejemplar único en su tipo y es la primera vez que su carrocería es mostrada en público, a pesar de que su desarrollo fue ampliamente difundido.
Las máquinas impresoras en 3D convierten un diseño tridimensional hecho en computadora en un objeto real, que consiste en ir creando el objeto capa por capa con un polvo de plástico.
Y aunque estas máquinas capaces de “imprimir” un objeto real han existido desde hace 20 años, la tecnología de fabricación aditiva ha avanzado de tal manera que ahora es posible imprimir en materiales como plástico más duradero o acero inoxidable.
Generalmente, las impresiones en 3D son usadas en la creación de prototipos, en el proceso de diseño de los productos.
Entre los muchos campos que se espera implementen esta tecnología está la medicina. Potencialmente se pueden imprimir equipos e incluso prótesis del cuerpo.
El uso de “fabricación aditiva”, en la que capas de materiales son construidas o “impresas” para formar objetos sólidos, contribuyó a que este automóvil goce de credenciales verdes.
La carrocería de Urbee está compuesta por un plástico muy resistente que a menudo se usa en la fabricación de celulares y laptops.
Urbee puede recargarse con la energía eléctrica disponible en sus paneles solares y además podría reducir el consumo de combustible a cero.
Los precios de este automóvil oscilan entre los 10 mil y los 50 mil dólares.