Se trata de una acción sencilla: recoger la basura que otros tiran. Playas y montañas de todo el mundo acumulan restos que las personas desechan sin tener en cuenta el medio ambiente, pero ahora un reto surgido en Internet que se está viralizando busca poner remedio a este problema. Con etiquetas como #TrashtagChallenge o #TrashTag (El desafío de la basura, en una traducción libre al castellano) se han publicado ya en redes sociales miles de imágenes del antes y el después de la limpieza de estos espacios naturales.
Grosso modo, el Trashtag Challenge consiste en limpiar espacios naturales por voluntad propia. En Twitter, Instagram y Facebook se han publicado miles de fotografías de todo el mundo con cambios radicales en el medio ambiente: de playas inundadas de restos de plástico a arenales casi impolutos. Es el caso, por ejemplo, del abogado Afroz Shah, de 33 años, que impulsó este desafío y logró que desde 2016 se recogieran unos dos millones de kilos de desechos de la playa de Versova, en Bombay (India), con la ayuda de cientos de voluntarios. El reto, que se organizó con jornadas de ocho horas diarias durante los fines de semana, contó con la ayuda del embajador de los Océanos de la ONU, Lewis Pugh, según ha informado la propia institución.
A pesar de que el desafío comenzó hace varios años, en estas últimas fechas ha cobrado impulso. En España, por ejemplo, el actor y modelo Jon Kortajarena y la ONG Greenpeace juntaron a cientos de personas este pasado domingo en una jornada de recogida de plásticos en la playa de Ereaga, situada en la localidad vizcaína de Getxo, dentro de la campaña Maldito plástico de la organización ecologista. Los voluntarios recogieron, junto al modelo, la basura de este arenal. ‘Muchísimas gracias a toda la gente maravillosa que ha venido a la recogida de plástico. Ha sido un exitazo’, agradeció Kortajarena en sus redes sociales.
Greenpeace aprovechó también para organizar unos talleres con información sobre el impacto del plástico en el medio ambiente y la salud. Según datos de un informe de la organización ecologista, solo se recupera el 25% de los envases plásticos, mientras que el resto contamina el medioambiente a través de vertederos o incineradoras.