Un nuevo informe de BloombergNEF señala que los gobiernos y las empresas necesitan gastar 34 billones de dólares más en la transición hacia la energías limpias de aquí a 2050 para alcanzar las emisiones netas cero. Esta cantidad es un 19% superior a la prevista en su hipótesis de base.
El informe, de 250 páginas, ha sido realizado por el grupo de investigación New Energy Outlook y analiza 18 millones de datos. Su conclusión más importante es que los sectores que van desde los vehículos eléctricos y las energías renovables hasta las redes eléctricas y la captura de carbono necesitan apoyo adicional para que sea posible alcanzar las emisiones netas cero en 2050.
“La transición hacia las energías limpias ha encontrado resistencia en los últimos años, ya que las políticas climáticas se han convertido en un tema candente en Estados Unidos y Europa. Al mismo tiempo, los promotores de proyectos de energías renovables se han topado con tipos de interés e inflación más altos, lo que hace menos atractiva la rentabilidad potencial de las inversiones”, señalan los autores del informe.
A principios de este año BNEF informó de que la inversión mundial en la transición energética había aumentado un 17% en 2023, pasando a 1,8 billones de dólares, pero su último informe, que la consultora acaba de publicar, muestra que el ritmo de este gasto debe acelerarse a medida que el mundo continúa calentándose y se necesitan soluciones más potentes.
“En cierto modo es alentador que estemos tan cerca, pero al mismo tiempo el objetivo sigue estando muy lejos porque muchas de estas inversiones no son totalmente rentables si no se toman medidas adicionales”, dice David Hostert, responsable mundial de economía y modelización de BNEF.
Dos escenarios
En el caso base, los gobiernos se basan exclusivamente en tecnologías económicamente competitivas, lo que sitúa al mundo en la senda de un calentamiento de 2,6 ºC con respecto a la época preindustrial. Esta vía, denominada escenario de transición económica (ETS, por sus siglas en inglés), sigue siendo ligeramente mejor que lo que los gobiernos se han comprometido a hacer en la actualidad, pero provocaría impactos climáticos catastróficos, e incumpliría los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.
Su escenario cero neto (NZS) supone que los gobiernos redoblan sus esfuerzos en tecnologías de reducción de emisiones con el objetivo de alcanzar el cero neto en 2050. Si el mundo sigue este camino, aún podría incumplir el objetivo más ambicioso de París de mantener el calentamiento por debajo de 1,5 ºC, acercándose más a 1,75 ºC en su lugar. Con ello se podrían evitar algunos daños climáticos irreversibles.
Entre los grandes cambios necesarios para alcanzar el cero neto, el informe señala que cada coche nuevo que se venda a partir de 2034 tendrá que ser un vehículo eléctrico. Las tecnologías de captura de carbono requerirán inversiones por valor de 6,8 billones de dólares para atrapar las emisiones no sólo de la industria, sino también del sector eléctrico. Las inversiones en proyectos de redes eléctricas alcanzarán un máximo de 1 billón de dólares al año en la década de 2040, cifra similar a la inversión necesaria para la generación de energías renovables en esa década.
“Definitivamente hay un despertar en las empresas de redes nacionales, pero la inversión no se está moviendo tan rápido como debería hacia las energías limpias”, concluye Hostert.
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