Para 2050, el 90% de toda la energía producida en Chile será de fuentes renovables. Esa es la nueva apuesta del Estado chileno y muy ambiciosa, considerando que hoy las fuentes no convencionales abarcan el 17% de la matriz. La meta para el 2025 es que este porcentaje suba al 20%.
De hecho, Chile concentra dos tercios de toda la capacidad instalada de las energías renovables no convencionales de América Latina. Una prueba más de la fuerte transición que ha experimentado el país suramericano hacia ese tipo de fuentes.
Por esto es que la transición casi total a energía renovable traería diversos beneficios para el país y los chilenos por depender menos de fuentes fósiles, como el carbón y sobre todo el petróleo.
El ministro chileno de Energía, Andrés Rebolledo, aseguró que ‘como consecuencia del cambio regulatorio y tecnológico de esta energía, hoy en día podemos perfectamente soñar que en el año 2050 podamos tener el 90% de las energías renovables en la matriz de energía de nuestro país’.
Otro factor importante para lograr este objetivo es que efectivamente haya más demanda de energía. Algo que sólo se conseguirá con mayor crecimiento de la inversión y, por ende, de la economía general.