Parece un zapato como cualquier otro pero con una diferencia: tiene incorporado dos dispositivos en su interior para almacenar la energía que generamos al caminar.
Esta tecnología, desarrollada por investigadores alemanes, puede utilizarse para cargar los sensores electrónicos de los ‘wearables’, los dispositivos que se visten o se portan, sin necesidad de recurrir a las baterías.
Uno de los aparatos aprovecha la energía que se produce cuando el talón golpea el piso, el otro la toma del movimiento del pie.
Ambos pueden sentar las bases para el desarrollo de un zapato que se ate los cordones solo, para la gente mayor.