La base científica ecuatoriana Pedro Vicente Maldonado, ubicada en la Antártida, podría utilizar biocombustible generado a partir de algas de la zona, en una investigación de la que participa la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Central del Ecuador, ubicada en Quito.
Se trata de una línea de investigación que lidera el doctor en ciencias y docente de la UCE, Ronny Flores, cuyos estudios se centran en la contaminación atmosférica del llamado continente blanco, en especial a partir de la gran cantidad de bases científicas de varios países que se han asentado allí, tanto como a la explotación turística que sufre.
En ese sentido, Flores considera que la posibilidad de generar un biocombustible con algas antárticas servirá para aplacar esa contaminación generada. Según sostiene, las algas producen mayor cantidad de aceite vegetal que la soja o el maíz, debido a que, explica, ‘cuando están en situación de estrés en bajas temperaturas y bajo alimento, producen más aceite que nos beneficia para producir más biodiésel’.
Una vez estabilizado todo el proceso, el objetivo es armar los reactores de algas en la base científica Pedro Vicente Maldonado, de la cual podrían utilizarse los nutrientes obtenidos a partir de sus aguas residuales.