El uso de ordenadores y teléfonos móviles redujo la dependencia del papel, aunque los libros impresos sigan resistiendo la influencia de los nuevos ebooks. Pero lo que se ha evitado por un lado, se ha descompensado con otro: las enormes cantidades de desechos de cartón y papel que generan los embalajes de las compras por internet. Por suerte, los residuos que tiramos cada mes en el contenedor de reciclaje pueden regresar al consumidor dentro del próximo móvil que decidas comprar gracias a este nuevo invento.
Para darle una segunda vida, investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, desarrollaron una técnica para reciclar los desperdicios de papel en un componente crucial para las baterías de litio recargables. De esta forma, las cajas, embalajes, envoltorios de regalo; todos estos desechos que se generan con cada compra online o presencial y son una huella preocupante, más en fechas como el Black Friday y las Navidades, podrán ser reaprovechados.
“Nuestro método convierte un material común y ubicuo, el papel, en otro extremadamente duradero y de gran demanda“, celebra el profesor Lai Changquan, de la Escuela de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la NTU. Los móviles, coches eléctricos y multitud de dispositivos electrónicos se podrían beneficiar de esta nueva técnica basada en la carbonización, que promete un material más resistente y duradero, además de barato.
Papel carbonizado
El papel reutilizado y convertido en carbono se puede extraer de bolsas desechables, cartones de paquetería, periódicos u otros desechos. La investigación hace especial mención al papel kraft, que se usa para el embalaje y tiene una importante huella medioambiental por su producción, así como por su destrucción al incinerarse.
El sistema inventado por este equipo de científicos convierte el papel en carbono puro, en lo que se conoce como carbonización. Los resultados son fibras de papel convertidas en ánodos de carbono o electrodos negativos, que se necesitan en las baterías recargables como la que estás utilizando en tu móvil para leer este artículo.
El problema es que los materiales utilizados para la fabricación de los componentes de las baterías son costosos y no tan resistentes como deberían. Además, el proceso de carbonización en ausencia de oxígeno promete una contaminación por dióxido de carbono menor que si el papel kraft se incinerara para eliminar la montaña de residuos.
“Nuestro método para darle al papel kraft otra oportunidad de vida, canalizándolo hacia la creciente necesidad de dispositivos como vehículos eléctricos y teléfonos inteligentes, no solo ayudaría a reducir las emisiones de carbono, sino que también aliviaría la dependencia de la minería y los métodos industriales pesados”, defiende el profesor asistente Lai Changquan.