Islandia está profundizando sus proyectos para obtener energía geotérmica y ampliar sus sistemas para calefaccionar los hogares de forma sustentable.
En una zona rural del sur de la isla se está construyendo una tubería de 20 kilómetros que llevará el calor del subsuelo hasta la zona de Hornafjörður y que permitirá disfrutar de este sistema de calefacción limpia a unas 600-700 viviendas.
El área geotérmica de Hoffell en Hornafjörður ha sido estudiada durante muchos años. Rarik, la empresa estatal de servicios públicos, se hizo cargo del proyecto y ha perforado pozos de exploración y producción. Una vez comprobado que el recurso era suficiente, se ha iniciado la excavación de una zanja de casi 20 kilómetros de largo hasta la ciudad de Höfn y el tendido de la tubería en el suelo. La compañía Mannvit está supervisando los trabajos de construcción.
La mayoría de los residentes de la zona de Hornafjörður, en el sur de Islandia, disfrutarán de la nueva instalación de calor geotérmico a finales del próximo verano y los nuevos usuarios se conectarán a la instalación en Höfn y en la vecina zona rural de Nesium en la primera mitad de 2021. La nueva red de calefacción beneficiará a entre 600 y 700 viviendas.
Islandia es un referente mundial en el empleo de centrales geotérmicas para la producción de energía eléctrica. De hecho, sus cinco centrales –Nesjavellir, Reykjanes, Hellisheiði, Krafla y Svartsengi– producen la mayor parte de la demanda de su sistema eléctrico. Una red de tuberías aisladas, de unos 700 km de longitud, conecta las captaciones geotérmicas y el calor residual de estas centrales geotérmicas eléctricas a fin de llevar hasta las zonas urbanas de la isla agua caliente y calefacción.