Islandia convirtió a sus volcanes en aliados. Este país, conocido como la “tierra del fuego y el hielo” por su impresionante paisaje de glaciares, géiseres y volcanes, perfeccionó el uso de la energía geotérmica, hasta el punto de calentar el 90 % de los hogares con agua caliente extraída del subsuelo.
Este recurso llega directamente a los domicilios a través de una red de tuberías y perforaciones, de forma limpia y económica. Mientras que el resto de las edificaciones obtienen calor gracias a la electricidad generada por energías renovables.
Esto vuelve al sistema energético islandés un modelo de sostenibilidad, con un 99 % de su electricidad proveniente de fuentes limpias, como la energía geotérmica e hidroeléctrica. La clave de este éxito radica no solo en las condiciones geológicas privilegiadas del país, sino también en la integración de estas energías en un circuito que maximiza su eficiencia.
Para que la generación geotérmica a gran escala sea posible, deben darse tres factores: calor subterráneo, agua y una tierra suficientemente permeable para permitir el flujo de energía. Lo positivo para Islandia, es que cuenta con todo lo necesario: volcanes activos, fuentes termales y géiseres que convierten al país en un laboratorio natural para esta tecnología.
Islandia y el uso de los volcanes para generar energía
Si bien es cierto que Islandia cuenta con todo lo necesario para generar energía geotérmica a gran escala, el éxito de su modelo no se debe únicamente a la riqueza geológica. Esto se debe a la estrategia islandesa que combina las fortalezas de sus recursos naturales para multiplicar la eficiencia de otras fuentes verdes. Por ejemplo, la geotermia respalda el funcionamiento de paneles solares y estabiliza la producción hidroeléctrica, creando un sistema energético que es uno de los más eficientes del mundo, según informes de Forbes.
A su vez, Islandia no se conforma con su avance actual, puesto que se encuentra en nuevos proyectos buscan llevar la geotermia a otro nivel, como el ambicioso plan de perforar un túnel hasta una cámara de magma cercana al volcán Krafla. Este proyecto, liderado por el equipo de la compañía Krafla Magma Testbed (KMT), pretende aprovechar las altísimas temperaturas del magma para generar energía limpia de manera aún más eficiente y estudiar la actividad sísmica asociada.
Inspiración para otros países
Con esto, Islandia demostró que es posible construir un modelo energético sostenible basado en el aprovechamiento responsable de los recursos naturales. Aunque su configuración geológica es única, los avances tecnológicos y científicos podrían permitir que otros países adopten este enfoque. España, por ejemplo, ya está explorando planes para desarrollar su propio potencial geotérmico.
En definitiva, Islandia aprendió a transformar su entorno volcánico en una fuente inagotable de energía limpia, consolidándose como un referente mundial en sostenibilidad energética y mostrando el camino hacia un futuro libre de combustibles fósiles.
¿Qué es la energía geotérmica y para qué funciona?
La energía geotérmica aprovecha el calor del interior de la tierra para utilizarla como una fuente de alimento sostenible para los sistemas de climatización o también para generar energía eléctrica renovable. El origen del nombre de la energía geotérmica viene de las palabras griegas geo (tierra) y thermos (calor).
La energía geotérmica se puede utilizar de diferentes maneras, dependiendo de la temperatura del recurso geotérmico:
Baja temperatura
Se utiliza para calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria y procesos industriales.
Media temperatura
Se utiliza para calefacción, agua caliente sanitaria y, en menor medida, para generar electricidad.
Alta temperatura
Se utiliza para generar electricidad y, en ocasiones, para calefacción geotérmica.
La energía geotérmica tiene algunas desventajas, como la inversión inicial necesaria para instalar el sistema y el riesgo de que la perforación no encuentre el recurso geotérmico.
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