Un científico japonés ha diseñado un nuevo tipo degenerador eólico que podría triplicar la cantidad de energía obtenida por los ‘molinos’ actuales. Su propuesta consta de una enorme turbina con las aspas embutidas en una estructura en forma de aro de 100 metros de diámetro que intensifica el flujo de viento que incide sobre ellas.
El desastre de la central nuclear de Fukushima, a causa del tsunami que la arrasó a principios de este año, ha provocado que se refuercen las iniciativas para sustituir paulatinamente el uranio y el plutonio por energías limpias. En este contexto, el japonés Yuji Ohya, profesor de la Universidad de Kyushu ha presentado su proyecto ‘Wind Lens’, basado en la energía eólica, en la Exposición Internacional de Energías Renovables que se ha realizado este año en Yokohama.
Una de las principales dificultades para la sustitución de centrales nucleares por otras de energías renovables es la enorme capacidad de producir electricidad que tienen las primeras en comparación con las demás. Ohya se ha esforzado en aumentar los rendimientos que podrían generar las centrales eólicas y ha desarrollado estos nuevos generadores que utilizan una estructura que funciona a modo de’lente’ con el viento que llega al molino. Según el propio científico, su ingenio logra triplicar la cantidad de energía eléctrica que proporcionaban los antiguos generadores.
Aunque presumiblemente seguirá sin poder competir de tú a tú con la energía que produce una central nuclear, la implantación de grandes concentraciones de estas turbinas bien podría reemplazar a una central nuclear con todos sus peligros y problemas.
Evitar los problemas del ruido y el paisaje
Otro de los efectos negativos que tradicionalmente se asociado a las centrales eólicas es el ruido acústico que generan y su impacto sobre el paisaje. Para solucionar esto, el científico nipón ha previsto instalar los generadores sobre una base hexagonal flotante para luego unir varios de estos soportes en superestructuras. Estas se remolcarían de uno a dos kilómetros mar adentro. De esta manera se aprovecharían los fáciles accesos al mar de que dispone la isla de Japón y se ahorraría el espacio terrestre del que carecen.