El proyecto que tiene como objetivo conservar el medio ambiente, y que consiste en un panel se carga directamente con el sol y puede ser utilizado tanto en el mar o lugares que no tengan accesos a luz artificial.
El panel contiene una pila que dura de tres a cinco horas, con el que se pueden cargar móviles o dispositivos con entradas USB. ‘Aunque no haya sol, el panel sigue obteniendo energía de la radiación, lo que permite su funcionamiento’, afirma el líder del estudio, Luis Ángel Sotelo, y añadió que ‘el regulador permite que la energía sea limpia y no queme las baterías de los dispositivos conectados’.