En los últimos años ganó lugar la alternativa de instalar paneles solares en las zonas residenciales: se genera energía “limpia”, para abastecer al hogar, se reduce la factura de luz, que puede llegar directamente a que la luz sea gratis, e incluso “inyectar” remanentes a la red eléctrica general.
Es completamente legal, innovador y sustentable: cómo funcionan y cuánto cuesta instalarlos.
Paneles solares: cómo funcionan y en dónde pueden instalarse
Los paneles solares o fotovoltaicos son placas o artefactos que receptan o captar la luz del sol. Estas placas permiten que los fotones, o partículas de luz, golpeen electrones libres de átomos y generen un flujo de electricidad.
Los equipos están conformados por una gran cantidad de unidades pequeñas llamadas “células fotovoltaicas” que, unidas, forman al panel. Mediante la generación de un campo eléctrico convierten la luz solar en electricidad. Los hay de distintos tamaños y marcas, en la Argentina se consiguen de “tecnología de punta”.
Lo que muchas personas desconocen, pese a que hace varios años están disponibles en el mercado local, es que pueden instalarse en el techo de una casa y contribuir a la economía doméstica, al autoabastecimiento energético y también a la producción para la red local.
A través de una conexión específica que se hace al medidor, independientemente de la empresa concesionaria del servicio, la electricidad que generan los paneles puede utilizarse para todo lo requerido en un hogar.
La normativa que permite tener paneles solares
Desde 2018, con la reglamentación de la Ley 27.2424 de Generación Distribuida, la instalación de paneles solares en casas particulares comenzó a transformarse en una posibilidad para muchas familias de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.
Incluso, desde 2019 se conocieron los primeros usuarios “prosumidores” o generadores de la Capital; es decir que además de neutralizar el consumo de energía de su casa, inyectan el excedente a la red nacional.
El problema de la matriz energética se evidencian tanto en invierno como en verano, debido a la alta demanda. En ese sentido, esta posibilidad aparece como una alternativa, sobre todo cuando el próximo paso parece ser el aumento de las facturas.
Qué tipos de paneles se venden y cómo evitan los cortes de luz
De acuerdo con los especialistas, los sistemas que se instalan en los ámbitos urbanos son de dos tipos: el denominado ongrid (conectados a red) y el híbrido (con baterías para acumulación).
El primero permite autoconsumir la energía que requiere el hogar utilizando los paneles fotovoltaicos y, en caso de haber, inyectar los excedentes a la red general.
El híbrido es el que permite resguardarse de los cortes de luz, dado que funciona igual que los otros, pero lleva una batería, que da la posibilidad de almacenar energía para eventuales fallas.
¿Cómo puede ser gratis el gasto de luz?
Los usuarios que lo deseen, entonces, deben solicitar a la distribuidora que les corresponda, en el caso del AMBA, Edesur o Edenor, un medidor bidireccional, y, de obtener energía excedente (luego de abastecer su propia casa), ésta se “inyecta” a la red nacional.
Así, se compensa el gasto. Es decir, cuanto menos se consume de la red, menos llega en la factura: si no se utiliza electricidad de la red general, la luz será gratis. Es importante aclarar que ni el Estado ni las compañías pagan a los usuarios.
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