La creciente demanda de baterías de ion-litio, impulsada por la electrificación del transporte y el auge de los dispositivos electrónicos, generó un desafío ambiental y económico. En respuesta a esta situación, el proyecto Recilion, liderado por el Centro Tecnológico de la Energía (ITE), busca desarrollar un proceso integral y sostenible para el reciclaje de baterías con el objetivo de optimizar la recuperación de materiales críticos como el litio, el cobalto, el níquel, el manganeso y el grafito.
Recilion nace en un contexto donde la dependencia de Europa de materias primas importadas representa un reto estratégico. Actualmente, la mayoría de los metales utilizados en baterías provienen de otros continentes, lo que encarece la producción y genera impactos ambientales negativos. Este proyecto busca reducir esa dependencia mediante la recuperación eficiente de materiales, alineándose con el Plan de Acción Estratégico para las Baterías de la Comisión Europea y el Reglamento (UE) 2023/1542, que establecen objetivos específicos de reciclaje y reutilización de componentes clave.
Entre sus principales líneas de acción, Recilion desarrolla procesos sostenibles para la separación y purificación de materiales, validando su rendimiento electroquímico y explorando su reutilización en nuevas baterías. Hasta la fecha, se lograron diferentes avances significativos, como la aplicación de disolventes verdes y sales fundidas que reducen la temperatura de operación de 400 ºC a 160 ºC en la separación del grafito, así como la implementación de procesos electroquímicos que minimizan el uso de productos químicos agresivos en la extracción de metales.

Nuevos métodos para mejorar la eficiencia
El impacto del proyecto se extiende a diversos sectores industriales. La industria del reciclaje podrá aprovechar estos nuevos métodos para mejorar la eficiencia y rentabilidad de sus procesos, mientras que los fabricantes de baterías tendrán acceso a materiales reciclados de alta pureza, reduciendo costos y dependencia de proveedores externos. Asimismo, el sector de la movilidad eléctrica y los centros de tratamiento de vehículos podrán optimizar la gestión de baterías en el fin de vida, impulsando un modelo de economía circular más sostenible.
Actualmente, Recilion se encuentra en fase de validación de procesos, con pruebas de laboratorio que buscan optimizar la recuperación de materiales y evaluar su viabilidad industrial. Con estos avances, el proyecto se posiciona como una solución clave para la gestión sostenible de baterías de ion-litio, contribuyendo a la reducción de residuos peligrosos y fortaleciendo la autonomía europea en el suministro de materiales críticos.
Baterías usadas: la innovadora técnica que permite recuperar el 97% del litio
Las baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) ganaron terreno en la industria de los VE y los sistemas de almacenamiento de energía (ESS). Sin embargo, su reciclaje representó un desafío debido a que los materiales principales, como el hierro y el fosfato, tienen menor valor comercial en comparación con los metales utilizados en las baterías de níquel-manganeso-cobalto (NMC). En este sentido, Altilium logró superar esta barrera mediante su tecnología EcoCathode™, maximizando la recuperación de litio y grafito para su reutilización en nuevas baterías.
Según el Advanced Propulsion Centre del Reino Unido, se prevé que las baterías LFP representen el 25% del mercado de VE en 2035, un crecimiento significativo frente al 18% actual. Este aumento hace que el desarrollo de soluciones de reciclaje sea fundamental para garantizar la sostenibilidad y la seguridad en la cadena de suministro de baterías.
Fuente: Energías renovables.
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