Así lo concluye el informe presentado este lunes en Yokohama y elaborado por unos 500 expertos científicos y representantes políticos, donde se analizan los conocimientos actuales sobre el cambio climático y el impacto de este proceso sobre el hombre y la naturaleza en distintas regiones del mundo.
Se trata de ‘uno de los más amplios informes científicos de la historia’ que incluye ‘sólidas evidencias de todas las disciplinas’, según dijo al presentar el documento en rueda de prensa el secretario de la Organización Mundial de Meteorología (OMM), Michel Jarraud.
El experto afirmó que ‘ya no hay ninguna duda de que el clima está cambiando’, y añadió que ‘el 95 por ciento de este cambio se debe a la actividad humana’.
El documento presentado este lunes por el IPCC analiza los efectos del cambio climático en la actualidad, a medio plazo -entre 2030 y 2040- y largo plazo (2080-2100), y para ello tiene en cuenta un aumento del calentamiento global de entre 2 y 4 grados centígrados, basado en proyecciones actuales.
En el caso de Sudamérica, el cambio climático provocará ‘un descenso de la producción y de la calidad de los alimentos’, según el informe.
La producción de maíz, trigo y arroz ‘ya ha sufrido significativos descensos en distintas regiones del mundo en los últimos años’, afirmó en este sentido el vicepresidente del grupo de trabajo de la ONU, Chris Field, quien advirtió de caídas del entre el 5 y el 10 por ciento para 2030 y de hasta el 25 hacia 2050.
Por ello, el panel de expertos propone a los líderes políticos que apoyen el desarrollo de nuevos tipos de cultivo más adaptados al cambio climático y que respalden ‘sistemas y prácticas de conocimiento indígena tradicional’, entre otras medidas para reforzar la seguridad alimentaria y la salud pública.
En Centroamérica, el cambio climático reducirá la disponibilidad de agua en zonas semi-áridas y dependientes del deshielo, mientras que en otras regiones urbanas y rurales las precipitaciones extremas causarán inundaciones y desprendimientos de tierra, según el informe.
En el caso de Norteamérica, el calentamiento global elevará la probabilidad de que haya olas de calor, períodos de sequía e incendios forestales en distintas zonas del subcontinente, lo que tendrá consecuencias como ‘el aumento de la mortalidad humana’ sobre todo a causa de las temperaturas extremas.
Por otra parte, se prevé un aumento de las inundaciones en áreas costeras y urbanas, lo que dará lugar a ‘daños materiales y naturales y consecuencias sobre la cadena alimentaria y la salud pública’.
Asimismo, existe una ‘alta probabilidad’ de que la calidad del agua potable empeore debido al aumento del nivel del mar, a las precipitaciones extremas y a los ciclones, según el informe.