En el año 2050, el cambio climático produciría en Centroamérica consecuencias económicas equivalentes a una pérdida de alrededor de 7.500 millones de dólares por año, según una investigación publicada en el último número de la Revista CEPAL.
La variación equivalente de las pérdidas en las otras regiones y países estudes de 17 millones de dólares en Belice, 6.700 millones de dólares en el Caribe, 84 millones de dólares en Suriname y Guyana y 4.200 millones de dólares en América del Sur.
En dicha publicación, un artículo del profesor italiano Roberto Roson ofrece los resultados de un ejercicio de simulación utilizando un modelo desarrollado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El estudio concluye que el Caribe es una subregión muy vulnerable que podría sufrir consecuencias económicas considerables y negativas hacia 2050 por causa del cambio climático.
Por ejemplo, si la temperatura media del planeta aumentara 1,2 grados centígrados para 2050 con respecto al año 2000, el daño económico en la subregión se expresaría en una reducción del capital del 2,7% y del ingreso nacional del 2,9%.
Además, habría una disminución de la productividad del trabajo y una contracción de la demanda de servicios turísticos de 3,3%, entre otras variables, según el estudio consultado por Notimérica.com.
El ECLAC-CIAM analiza siete efectos sectoriales, y cada uno de ellos está vinculado a una función de daño específica. Además de la agricultura y el aumento del nivel del mar, se tienen en cuenta efectos como la disponibilidad de agua, una segunda fuente de variación de la productividad agrícola, que se asume dependiente de cambios estimados en la escorrentía.
De acuerdo con los valores de los parámetros actuales, un aumento de la temperatura de 1 grado centígrado reduciría la productividad agrícola en el Caribe un 0,21% debido a la menor disponibilidad de agua.
Un segundo factor analizado es el turismo. En este caso, los cambios en la temperatura se relacionan con cambios en los ingresos netos por concepto de turismo desde el extranjero.
Según el estudio, un aumento de la temperatura de 1 grado centígrado reduciría los ingresos del turismo en 8.600 millones de dólares en Centroamérica, 10 millones de dólares en Belice, 5.500 millones de dólares en el Caribe y 204 millones de dólares en Suriname y Guyana, pero acrecentaría los ingresos del turismo en 26.800 millones de dólares en América del Sur.
En cuanto a la demanda de energía (cambios en el consumo de energía de los hogares según las necesidades de refrigeración y calefacción), el modelo utilizado prevé que un aumento de la temperatura de 1 grado centígrado incrementaría el consumo de energía un 0,21% en Belice y un 0,24% en el Caribe, mientras que lo reduciría un 0,23% en Centroamérica, un 0,25% en Suriname y Guyana, y un 0,02% en América del Sur.
Por otro lado se analizan las enfermedades relacionadas con el frío, el calor y transmitidas por vectores y que se traducen en cambios en la productividad del trabajo en cada región, y se concluye que un aumento de la temperatura de 1 grado reduciría la productividad del trabajo un 0,58% en Centroamérica, un 0,57% en Belice, un 0,13% en el Caribe y un 0,11% en Suriname y Guyana y en el resto de América del Sur.
En cuanto a la productividad del trabajo en actividades al aire libre, que puede depender directamente de la temperatura y la humedad, el mismo aumento de la temperatura disminuiría la productividad del trabajo una media de un 0,43% en las cinco regiones y países de referencia, excepto en América del Sur donde se reduciría un 0,38%.
En estudio precisa que todas estas cifras son indicativas y deben por tanto tratarse con precaución.