Un estudio realizado en Suecia, publicado en la revista Science, reveló que la presencia de clobazam, un fármaco ansiolítico común, en ríos ha generado cambios significativos en el comportamiento migratorio del salmón salvaje del atlántico.
Este hallazgo subraya el impacto de la contaminación farmacéutica en los ecosistemas acuáticos.
Los investigadores descubrieron que los salmones expuestos al clobazam eran menos reacios al riesgo y tenían mayor probabilidad de completar su migración hacia el mar. Logran atravesar barreras artificiales, como represas hidroeléctricas, a una velocidad mayor que los salmones no expuestos.
Jack Brand, autor principal del estudio y miembro de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas, advirtió que, aunque esto parezca positivo, la alteración de comportamientos naturales puede tener consecuencias ecológicas inesperadas.
Contaminación farmacéutica en los ríos del mundo
Diversos estudios han detectado medicamentos en cuerpos de agua de todos los continentes, incluso en la Antártida. Se han identificado casi mil principios activos de medicamentos afectando la biodiversidad y el equilibrio de los ecosistemas.
Los medicamentos llegan al agua a través de:
- Aguas residuales tratadas o sin tratar.
- Desechos de la ganadería y clínicas veterinarias.
Un experimento en Canadá en 2006 mostró que los estrógenos sintéticos de píldoras anticonceptivas provocaron la feminización de peces machos, afectando la reproducción y llevando al colapso de ciertas poblaciones.
Alteraciones en la dinámica del salmón
En el estudio, los investigadores rastrearon 279 salmones en el río Dal, utilizando dispositivos de telemetría y un implante de clobazam. Descubrieron que los salmones expuestos al fármaco migraban más rápido, lo que podría estar relacionado con una modificación de su comportamiento social.
Los experimentos en laboratorio también revelaron que los cardúmenes eran menos compactos en presencia de depredadores, lo que incrementa los riesgos para los peces.
Consecuencias ecológicas y futuras investigaciones
Los investigadores siguieron a los salmones durante 10 días, pero aún se desconoce si el efecto del clobazam persiste en el mar Báltico o afecta su reproducción cuando regresan al río.
Josefin Sundin, ecóloga del Instituto de Investigación de Aguas Dulces en Drottningholm, Suecia, destacó que aunque muchos fármacos han mostrado efectos en la conducta animal, es necesario más investigación para comprender su impacto a largo plazo.
Contaminación farmacéutica en la cadena alimentaria
Los estudios recientes indican que los fármacos pueden recorrer toda la cadena alimentaria, afectando no solo a peces, sino también a animales terrestres que consumen insectos o peces contaminados.
Este descubrimiento subraya la urgencia de abordar la contaminación farmacéutica, asegurando una mejor gestión de desechos médicos y agrícolas para proteger los ecosistemas acuáticos.