Brasil ya está respirando el aire de la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre la lucha contra el Cambio Climático, la COP30, que se celebrará del 10 al 21 de noviembre de 2025 en Belém, Pará, en el corazón de la Amazonía.
Con 11 meses restantes para el inicio de la Cumbre del Clima, el Gobierno federal ha intensificado los preparativos para recibir a más de 60,000 personas, entre jefes de Estado, diplomáticos, empresarios, inversionistas, activistas y delegaciones de los 193 países miembros.
Brasil como catalizador de debates ambientales
El evento, con sede en Pará, sitúa a Brasil como catalizador de los debates sobre cuestiones medioambientales globales y específicas de la región.
Temas como la reducción de los gases de efecto invernadero, la adaptación al cambio climático, el financiamiento para los países en desarrollo, la preservación de los bosques y la biodiversidad, el uso de energías renovables y soluciones de bajas emisiones de carbono, así como los impactos sociales del cambio climático, serán centrales en la COP30.
La importancia de la selva amazónica
Brasil, hogar de una de las mayores selvas tropicales del mundo, juega un papel esencial en la mitigación de los efectos del cambio climático.
La COP30 ofrecerá una plataforma para que el país muestre sus esfuerzos y compromisos con la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Además, destacará la importancia de proteger la selva amazónica para mantener el equilibrio del planeta.
Expectativas de la COP30
A pesar de las presiones de los lobbies de los combustibles fósiles en la COP29, se consiguió evitar retrocesos en la decisión de dejar atrás los combustibles fósiles tomada en la COP28. Este logro aumenta las expectativas para la próxima cumbre en Belém.
La COP30 será una ocasión para conectar las luchas por el clima y la biodiversidad, y para que Brasil muestre un verdadero liderazgo en la lucha contra el cambio climático mundial.
Mitigación y financiamiento en la agenda
En la COP30, programada del 10 al 21 de noviembre de 2025, la mitigación será un tema clave. Las naciones del mundo llegarán con compromisos mejorados y más ambiciosos para reducir los gases de efecto invernadero, reconociendo que las promesas existentes son insuficientes.
Además, se espera que se logren más avances en materia de financiamiento en 2025, con la finalidad de apoyar a los países en desarrollo en su transición hacia una economía más limpia y sostenible.
Protección de la naturaleza y combate al cambio climático
La celebración de la COP30 en la región amazónica tiene una importancia simbólica y destaca el papel fundamental de la naturaleza en la crisis climática.
La selva tropical actúa como un enorme sumidero de carbono, absorbiendo y almacenando CO2. Sin embargo, enfrenta amenazas como la tala ilegal. La ONU continuará los esfuerzos para mejorar la protección de la selva tropical y otros ecosistemas.
En resumen, la COP30 en Belém representa una oportunidad crucial para que Brasil y el mundo fortalezcan sus compromisos en la lucha contra el cambio climático. Con un enfoque en la mitigación, el financiamiento y la protección de la naturaleza, la cumbre busca impulsar un desarrollo más sostenible y equitativo, enfrentando los desafíos ambientales globales y locales.
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