El balneario de Varadero, primer polo turístico de sol y playas en Cuba, pierde entre 70 centímetros y un metro de línea costera al año debido a la erosión provocada por la elevación del nivel del mar, informó hoy un medio oficial.
“Varadero tiene pérdidas anuales de entre 40,000 y 50,000 metros cúbicos de arena, debido a la erosión intensa asociada a la elevación del nivel medio del mar”, precisó el jefe de la oficina de manejo costero del Centro de Servicios Ambientales de Cuba, Oscar García.
En declaraciones a la estatal Agencia de Información Nacional (AIN), García explicó que la línea costera en la península de Hicacos, donde está asentado el balneario en la provincia de Matanzas, retrocede a un ritmo de entre 70 centímetros y un metro por año.
Según el experto, el país desarrolla programas específicos para conocer la vulnerabilidad de riesgo de esas áreas y adoptar medidas concretas, como la prohibición de construcciones sobre las dunas de arena.
El reporte aseguró que instituciones de los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y del Turismo trabajan de conjunto en el programa de manejo sostenible del balneario.
“Varadero es objeto constante de investigaciones, lo cual permite desarrollar programas de manejo y gestión a largo plazo para garantizar que continúe como principal polo turístico del país”, indicó por su parte el experto en Ciencias Geográficas, Alfredo Cabrera.
Datos oficiales del año pasado señalan que la erosión está presente en alrededor del 84 por ciento de las playas repartidas a lo largo del archipiélago cubano, que tiene unos 4.000 kilómetros de costas.
En total se estima que unas 413 playas cubanas muestran algún indicio de erosión, con un ritmo de retroceso de la línea de costa estimado en 1,2 metros por año.
Entre las soluciones aplicadas por las autoridades para proteger las playas está el suministro artificial de arena.
En Varadero, adonde llegan más de un millón de turistas al año, se han depositado desde 1987 casi 2,9 millones de metros cúbicos de arena en diversos tramos a lo largo de sus 20 kilómetros.
El Nuevo Herald
