La postura de la Argentina frente a una resolución de la Asamblea General de la ONU sobre los derechos de pueblos indígenas sorprendió esta semana. Es que fue el único país que votó en contra.
Fue en el marco de una sesión que se celebró el lunes en Nueva York, Estados Unidos, y generó duros cuestionamientos a nivel interno. Se trata de la primera votación del país ante la Asamblea General de la ONU con Gerardo Werthein al frente de la Cancillería.
Derechos de los pueblos indígenas: cómo fue la votación
Fueron 168 países que los que pronunciaron a favor, y hubo además siete abstenciones: Francia, Laos, Lituania, Mali, Rumania, Bulgaria y Eslovaquia.
La primera versión del documento de la resolución fue presentada en el mes de octubre. El lunes se entregó ante el organismo de un nuevo borrador, con la rúbrica de 22 países miembro.
Se incluyen Armenia, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Dinamarca, Dominica, Ecuador, El Salvador, Estonia, Finlandia, Guatemala, Honduras, México, Islandia, Liberia, Noruega, Nicaragua, Perú, Paraguay, Suecia y Venezuela.
El escrito busca adherirse, en rasgos generales, a la protección de los derechos de comunidades originarias en distintas cuestiones. Esto refiere a justicia, medioambiente y preservación de creencias espirituales, conocimientos ancestrales y lenguas.
Al momento de hacer uso de la palabra, la ministra plenipotenciaria de la tercera comisión de la misión permanente de la Argentina ante Naciones Unidas, Andrea Repetti, explicó la postura del país.
Argentina votó en contra de la resolución: la explicación
“La Argentina favorece la protección de los derechos de las poblaciones indígenas en sus diversas tradiciones culturales en la medida en que la riqueza y la diversidad cultural aporta a la vida social (sic)”, dijo.
“Considera, sin embargo, que en el documento sujeto a votación no figura suficientemente garantizado el acceso a los derechos humanos a las poblaciones indígenas sin discriminación”, agregó.
Además, detalló la postura en relación con el contenido y la falta de presición de la resolución.
“La afirmación de la promoción de prácticas ancestrales puede dar lugar a la validación de tradiciones que podrían estar encontradas con los derechos fundamentales de mujeres y niñas, o el derecho a la salud y acceso al progreso científico”, indicó Repetti.
“El uso de terminologías ambiguas y amplias dificulta y confronta con derechos humanos de garantía universal”, se explayó.
“Argentina celebra el respeto a la libertad religiosa y cultural de todas las personas, siempre en el marco de la universalidad de los derechos humanos para todos y quiere seguir contribuyendo y trabajando para que esa garantía sea realidad sin discriminación alguna”, concluyó la funcionaria.
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