El ecosistema global que comparten Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana, Surinam y Venezuela está en serio peligro, realidad que se complica cada día porque los estados se resisten a trabajar realmente juntos, buscando consensos.
Esta es la conclusión que ofrece la propuesta visionaria del Ecuador para hacer de Yasuní una reserva intangible. Durante ocho años el Gobierno ecuatoriano hizo todo cuanto pudo para mantener indefinidamente inexplotadas las reservas petroleras del bloque Ishpingo, Tambocochoa, Tiputini.
El 15 de agosto del 2013, el gobierno nacional emitió un decreto que ratifica la afectación de la extracción petrolera al uno por mil del Parque Nacional Yasuní. No será al uno por ciento como constaba en el anterior decreto que puso fin a la Iniciativa Yasuní-ITT.
El referido decreto sustituye el artículo 5 del Decreto Ejecutivo número 74 por el siguiente: “En el caso de que la Asamblea Nacional autorice la actividad extractiva esta no podrá desarrollarse en un área superior al uno por mil del territorio del Parque Nacional Yasuní”.