Buena parte del carbono emitido por la actividad humana termina llegando a los océanos, incrementando su acidez y reduciendo las poblaciones de corales y moluscos, lo que a su vez puede afectar la pesca y la acuicultura.
La pesca en el océano Pacífico y en el mar Caribe serían las más perjudicadas. En estas regiones la acidificación producida por el ser humano ya se ha incrementado en 30 veces por encima de los niveles de la variación natural, según un estudio publicado en Nature Climate Change.
La acidificación regional excede de lejos los niveles preindustriales, y la calcificación de los corales puede haber disminuido en 15% en el oeste del Pacífico tropical y en el Caribe.
Los investigadores estudiaron las tendencias de acidificación de los océanos entre los años 800 y 2100, usando tres modelos computacionales, y compararon las variaciones naturales en la acidez con los cambios actuales.
Actividades como la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento han liberado más de 500 mil millones de toneladas de carbono a la atmósfera desde el comienzo de la revolución industrial. Alrededor del 30 por ciento ha llegado a los océanos.
Los arrecifes de coral del Pacífico tropical se han adaptado de tal manera que pueden sobrevivir con pequeñas variaciones en la acidez, pero el cambio de los últimos 200 años ha sido bastante mayor, superando las 30 veces en algunas regiones, dijo Friedrich.
Si a eso se suma la contaminación costera y el calentamiento de la superficie de los océanos, muy probablemente se reducirán de manera significativa la variedad y la resiliencia de los arrecifes de coral hacia el 2050, concluyeron los investigadores.