En la frontera entre México y Estados Unidos, el delta del río Colorado enfrenta una lucha por sobrevivir ante la sequía y la intensa explotación de recursos hídricos.
Este río, que nace en las montañas Rocosas y recorre el suroeste estadounidense antes de llegar a México, pierde la mayor parte de su caudal en el camino debido al consumo humano y agrícola en Estados Unidos. Como resultado, lo que llega a México es insuficiente para abastecer las ciudades fronterizas como Tijuana, así como las zonas de cultivo.
Quince años de escasas lluvias han mermado los embalses en Estados Unidos, lo que ha intensificado la disputa por el agua entre ambos países. Recientemente, este conflicto escaló cuando Estados Unidos rechazó una solicitud de México para recibir más agua de la contemplada en el tratado binacional.
Esfuerzos de Recuperación del Delta
A pesar de este contexto adverso, ambientalistas han trabajado durante dos décadas para revitalizar el delta del río Colorado. El proyecto incluye la eliminación de arbustos invasivos y la plantación de álamos y sauces nativos en zonas secas del afluente.
En 2014, se permitió el flujo de agua por una presa fronteriza, lo que estimuló la germinación de especies naturales en el área. Actualmente, se ha formado un bosque de 260 hectáreas, que se ha convertido en un refugio para muchas especies de fauna, incluyendo aves migratorias como la tarabilla petirrojo, el papamoscas bermellón y el cuclillo piquigualdo, este último en peligro de extinción.
Además, el rejuvenecimiento del hábitat ha propiciado el regreso del castor, una especie que había desaparecido de la región. Enrique Villegas, director del programa del delta del Colorado del Sonoran Institute, comenta a la agencia AFP que aunque el retorno del castor es un indicador positivo del estado del ecosistema, también representa un desafío: “El castor está tumbando los árboles que hemos plantado durante 15 años”.
El Oasis de Laguna Grande
Entre los logros más visibles del proyecto se encuentra Laguna Grande, un oasis rodeado de tierras áridas y considerado la joya de los esfuerzos de restauración.
Aquí, los humedales se han convertido en un punto vital para la fauna, atrayendo aves acuáticas y otras especies. El contraste con las tierras agrícolas resecas cercanas es evidente. Los cultivadores enfrentan ahora condiciones cada vez más duras.
Cambios Necesarios y Conciencia Ambiental
Los ambientalistas destacan que para recuperar la salud de más partes del delta y otras regiones similares, será necesario un cambio en los hábitos de consumo de agua. Villegas subraya la importancia de aumentar la conciencia colectiva: “Todos podemos mejorar nuestra conciencia en el consumo de agua. La sequía es apenas un aviso”.
Estos esfuerzos no solo buscan salvar un ecosistema clave, sino también preservar un punto vital de descanso para las aves migratorias y proteger las comunidades dependientes del río Colorado. Sin embargo, el desafío radica en encontrar un equilibrio entre la demanda hídrica y la capacidad del medio ambiente para sostener la vida.
Foto de portada: Guillermo Arias / AFP
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