Una planificación proactiva, basada en los sistemas naturales, puede ayudar a hacer frente a las inundaciones. Los árboles, por ejemplo, pueden ser poderosos aliados en su prevención por las siguientes razones:
Ralentizan el flujo de agua
Los árboles actúan como un paraguas, interceptando la lluvia en sus hojas. Esto ralentiza el flujo de agua que llega al suelo, reduciendo el riesgo de inundaciones repentinas por cursos de agua desbordados. El retraso también permite que parte del agua se evapore a la atmósfera sin llegar a tocar el suelo.
Absorben el agua de lluvia
Las raíces de los árboles son esponjas naturales: absorben el agua de lluvia y la almacenan en el suelo. Con el paso de los años, estos sistemas de raíces pueden aflojar aún más el suelo, reduciendo la compactación y ayudando a que el agua penetre más profundamente en el suelo. Esto reduce la escorrentía superficial y permite que el agua se infiltre lentamente, reponiendo las reservas de agua subterránea.
Previenen la erosión
Cuando una lluvia intensa golpea el suelo descubierto, puede provocar erosión. Esto arrastra la valiosa capa superior del suelo y aumenta los sedimentos en los cursos de agua, empeorando las inundaciones. Además de ralentizar el flujo de agua hacia el suelo, como hemos explicado antes, los árboles también mantienen el suelo fijado con sus raíces y lo protegen con sus hojas caídas, evitando así la erosión y manteniendo los cursos de agua sanos.
Los árboles son “puentes” sobre aguas turbulentas
La crisis climática se agrava y el coste de hacerle frente aumenta, por lo que resulta alentador ver soluciones eficientes basadas en la naturaleza que abordan la mitigación y la adaptación y están al alcance de muchas comunidades.
Como afirmaba Éliane Ubalijoro, CEO del Centro para la Investigación Forestal Internacional y el Centro Internacional de Investigación Agroforestal (CIFOR-ICRAF), en un reciente artículo de opinión, los bosques y los árboles “pueden ayudar a poner fin a la racha constante de hitos climáticos a la que nos hemos acostumbrado demasiado en la última década… [son] algunos de los ‘puentes’ más importantes hacia un futuro con un clima estable para un planeta habitable”.
Son soluciones cuando son bien planificados
No todos los árboles son adecuados para todos los lugares, y la elección de la especie y el emplazamiento es fundamental para disfrutar de los máximos beneficios de su protección frente a inundaciones y aumentar la probabilidad de que las plantaciones sobrevivan a largo plazo.
Por ejemplo, plantar árboles grandes y pesados demasiado cerca de las vías fluviales puede agravar el riesgo de inundación, mientras que elegir especies que aporten beneficios para la seguridad alimentaria y los medios de vida, como frutos cosechables, puede aumentar las posibilidades de aceptación y protección locales.
Por eso, los planes de plantación para la protección contra inundaciones deben hacerse siempre en colaboración con las partes interesadas, como ayuntamientos, organizaciones de la sociedad civil y comunidades locales.
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