Madrid es el principal punto negro de España en cuanto a contaminación por dióxido de nitrógeno, un humo que escapa del tubo de escape de los vehículos diésel. La capital rebasa el tope legal fijado por la Unión Europea en 2010; el Ayuntamiento, que dirige Ana Botella desde 2012 (antes, desde 2007, fue edil de Medio Ambiente), pidió una prórroga de cinco años para cumplir con la norma, pero la Comisión Europea se la negó al considerar que ni aun así lo lograría. Exigió además “medidas más estrictas”, pero Botella desoyó la petición.
Los datos del informe de evaluación de calidad del aire en España en 2012, a los que ha tenido acceso EL PAÍS, dan la razón ahora a la Comisión Europea. Señalan a la capital como el único punto negro del país en contaminación por dióxido de nitrógeno en valor horario, y uno de los cuatro únicos en valor anual.
Según la Comisión Europea, en el continente se producen cada año 500.000 muertes prematuras asociadas a la polución.
El informe sobre calidad del aire ha sido elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Según la Comisión Europea, debía haberse hecho público a finales de septiembre. Los datos consultados por este periódico muestran el incumplimiento del valor límite para la protección de la salud por dióxido de nitrógeno y por partículas en suspensión de menos de 10 micras (PM10; polvo, cenizas, hollín, etcétera).
La conclusión del Ministerio de Medio Ambiente, en todo caso, es que la situación de la calidad del aire en lo que se refiere a dióxido de nitrógeno “mejora”. “En las principales aglomeraciones metropolitanas se producen superaciones en ambos valores límite, aunque se observa una tendencia a la baja”. Eso no significa que las zonas que incumplen el tope estén mejor, sino que hay menos zonas que lo hacen. Pero el Ayuntamiento está convencido de que la situación en la capital sí está mejorando.
El Ayuntamiento ya advirtió que no va adoptar nuevas iniciativas porque “no tiene sentido generar alarma social ni proponer medidas extremas” que puedan dañar la actividad económica o causar molestias. Es decir: que no piensa restringir el tráfico, como le ha solicitado reiteradamente la oposición. El gobierno de Ana Botella considera que su plan está dando resultado.
Sin embargo, en mayo el Ayuntamiento sacó pecho asegurando que, después de rebasar los límites en 2010 y 2011, los años que la Comisión había tomado como referencia para denegar la prórroga, en 2012 sí los había cumplido y en 2013 estaba en camino de hacerlo también.
El País