Francia vive el segundo verano más caluroso desde que existen registros, sólo por detrás de 2003, en el que murieron miles de personas a causa de la canícula, según los servicios meteorológicos.
Conforme a los datos provisionales recogidos la temperatura media ha sido este año casi 2 grados superior al promedio, frente a los 3,2 grados constatados en 2003.
En regiones del norte del país, como Île de France o Hauts de France, la diferencia respecto a la media ha sido muy parecida a la del verano de 2003, de sólo unas décimas.