Si bien las investigaciones arrojan datos veraces sobre esta problemática, pareciera que no interpela lo suficiente como para que se pongan en marcha mecanismos y estrategias tendientes a frenar el inminente colapso.
Por fortuna, diversas organizaciones ambientales y activistas aúnan sus fuerzas en pos de lograr una concientización que de como resultado una acción colectiva y responsable para frenar esta contingencia.
Y en este punto, es menester hacer hincapié en que cada acción tiene su impacto en el planeta. Por esa razón urge la necesidad de plantear un nuevo paradigma donde prevalezca la sostenibilidad materializada en nuevos hábitos de consumo y producción. El mayor desafío reside en el compromiso de todas las partes.
Un estudio revela un aumento exponencial de los trastornos mentales y físicos en los niños
Recientemente se dio a conocer un estudio realizado por el Centro de Salud Ambiental Infantil de Columbia, Estados Unidos, el mismo fue publicado en el New England Journal of Medicine y señala que el bienestar humano está en peligro en consecuencia de la emergencia climática.
Tomando como referencia las palabras de Frederica Perera, autora principal de la investigación y directora fundadora del Centro de Salud Ambiental Infantil de Columbia:
“El artículo resume una gran cantidad de datos sobre los efectos de la contaminación del aire y el cambio climático, ambos impulsados por los combustibles fósiles, en la salud de los niños. De particular preocupación son los efectos acumulativos de la contaminación del aire y el cambio climático en la salud mental” notificó.
La realidad descripta manifiesta que los desastres naturales se han incrementado cada vez más y ésto aumenta el riesgo de padecimientos mentales, vulnerando los derechos de las futuras generaciones, ya que produce mayor ansiedad, depresión y desencadena posibles trastornos del estado de ánimo en la edad adulta, tal como lo demuestran los estudiosos.
Tal como señaló el informe, al menos 850 millones de niños, aproximadamente 1 de cada 3 en todo el mundo, sufren cuatro o más amenazas climáticas entre ellas, sequías severas, inundaciones, contaminación del aire y escasez de agua.
En línea con lo expresado, los autores del informe anunciaron lo siguiente: “Todos los niños están en riesgo, pero la mayor carga recae sobre aquellos que están en desventaja social y económica. La protección de la salud de los niños requiere que los profesionales de la salud comprendan los múltiples daños que el cambio climático y la contaminación del aire provocan en ellos y utilicen las estrategias disponibles para reducir estos daños”.
Para finalizar, según anunciaron los científicos, en las últimas décadas las catástrofes climáticas afectaron a 277 millones de personas y provocaron la muerte de más de 300 mil en diversas regiones.
Y esto se debe precisamente al aumento de sequías, pérdida de glaciares, tormentas, olas de calor, deforestación, aumento del nivel del mar y extinción de diversas especies por mencionar algunos factores.