La restauración de ecosistemas deteriorados y la preservación de los que todavía están en buen estado aportaría un 35% de la reducción de emisiones necesaria para que el planeta se mantenga por debajo de los peligrosos dos grados de aumento de temperatura a finales de siglo.
El cálculo lo ha llevado a cabo The Nature Conservancy, combinando datos del secuestro de carbono que realizan los ecosistemas en buen estado (sólo los océanos absorben el 25 % de los gases) y lo que dejan de emitir si no se degradan, explicó Lynn Scarlett, directora de Políticas Públicas de esa organización.
Altos representantes de los países, científicos, conservacionistas y la propia secretaria de cambio climático de la ONU, la mexicana Patricia Espinosa, coincidieron en sus intervenciones en el Congreso Mundial de la Naturaleza que se celebra en Hawai al señalar que la conservación de la naturaleza es el ‘mejor aliado’ en la lucha contra el calentamiento global.