Un estudio destaca al maíz y la soja como los cultivos más expansivos y como los principales causantes de la pérdida de biodiversidad en las regiones tropicales. Otros cultivos que suponen una importante amenaza a los hábitats y la vida silvestre son los frijoles, la yuca, el caupí, maní, mijo, aceite de palma, arroz, sorgo, caña de azúcar y trigo, dice el estudio.
Se calcula que las tierras de cultivo en los países tropicales se expandieron en 48.000 kilómetros cuadrados por año entre 1999 y 2008.
Si el ritmo de expansión continúa, advierte el informe, podría descarrilar el progreso hacia el cumplimiento de los Objetivos de Aichi para la Biodiversidad Biológica, un conjunto de 20 metas con plazos medibles que buscan detener la pérdida de biodiversidad en el mundo a mediados de siglo.
Los clientes pueden discernir cuáles son los productos que menos perjudican al ambiente y los productores tienen un incentivo para minimizar sus impactos negativos.
El estudio pone de relieve la necesidad urgente de estándares de sostenibilidad más efectivos y políticas que aborden tanto la producción como el consumo de materias primas, incluyendo un ordenamiento robusto del uso del suelo en las fronteras agrícolas y la reducción o eliminación de incentivos para materias primas bioenergéticas que demanden tierras.