La amenaza impuesta por el COVID-19 puso en evidencia la necesidad de preservaciĆ³n de nuestro bienestar. 2020 fue sin dudas un aƱo de una gran toma de consciencia socioambiental, si bien aĆŗn resta espacio para un cambio radical de hĆ”bitos.
āLa pausa obligada en muchas actividades humanas invitaron a revisar nuestras conductas. A la mayor consciencia que se venĆa dando por el cuidado del medio ambiente, la preocupaciĆ³n por los envases y por los desechos por ejemplo, se sumĆ³ tambiĆ©n la responsabilidad de un consumo responsable en un sentido mĆ”s amplioā, explica Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity, que agrega que ademĆ”s, al asociarse la ingesta de animales al origen del COVID-19, para algunos perfiles surge tambiĆ©n un replanteo y cambios en la alimentaciĆ³n.
Una nueva investigaciĆ³n regional de la consultora buscĆ³ profundizar en los cambios que operaron en los hĆ”bitos, intereses y preocupaciones vinculados al impacto socioambiental en este contexto y comparar su evoluciĆ³n con la primera investigaciĆ³n realizada en 2016.
Un interesante hallazgo es que los segmentos mƔs comprometidos con el cambio muestran un interesante crecimiento de cantidad de personas y quienes eran reticentes, se muestran paulatinamente mƔs involucrados.
En esta nueva mediciĆ³n, aquellos perfiles que en 2016 se mostraban mĆ”s apĆ”ticos o resistentes, se transforman en seguidores o āfollowersā de estas nuevas tendencias que implican cambios de hĆ”bitos. Los followers alcanzan un mayor crecimiento en estos cuatro aƱos, habiendo pasado de un 17% a un 32% del total de la muestra (1000 casos).
En ocasiĆ³n del primer relevamiento y a travĆ©s de un clustering analysis Trendsity habĆa identificado cuatro perfiles actitudinales de la poblaciĆ³n en relaciĆ³n al cuidado del medio ambiente, conciencia social y hĆ”bitos de consumo. Los āEmbajadores del cambioā (buscan generar conciencia en el resto), los āNativos sustentablesā (son responsables e informados aunque no buscan concientizar), los āFollowersā (que tratan de adoptar algunas acciones pero a su ritmo) y los āDistantesā (que no se involucran y prefieren que se ocupen otros).
āEl segmento āFollowerā es el receptor de quienes hacen un cambio positivo de hĆ”bitos, a veces como moda, a veces impuesto a su propio ritmo. Este perfil estĆ” mĆ”s presente en el nivel socioeconĆ³mico medio, ellos procuran evitar los grandes esfuerzos, pero son responsables y logran comprometerse de a poco con causas sencillas (p.e. cambios en la movilidad, mejorar gradualmente su alimentaciĆ³n, intentar priorizar lo natural, etc.)ā, explica Mociulsky. Pasaron de ser sĆ³lo ābuenos vecinos o ciudadanosā que cumplĆan con lo mĆnimos requisitos de compromiso a ser incipientes seguidores de esta nueva tendencia hacia una mayor responsabilidad.
Actualmente los āEmbajadores Sustentablesā (los mĆ”s activamente comprometidos con el cambio) representan ya un 18% de la sociedad (versus 11% de la primera mediciĆ³n). Este segmento es el que motiva, promueve ideas e inspira al cambio de hĆ”bitos, en general con mayor presencia entre jĆ³venes de 16 a 21 aƱos y en niveles socioeconĆ³micos altos. āEl perfil embajadores sustentables realiza acciones que pueden ser incĆ³modas pero no lo viven como sacrificios (hacer compost, preparar botellas de amor y hasta propiciar iniciativas sociales). EstĆ”n empoderados desde su rol de viralizadores de nuevos hĆ”bitos responsables y continĆŗan influyendo positivamente en su Ć”mbito mĆ”s prĆ³ximo: consideran que el cambio siempre empieza por casaā explican desde Trendsity.
La gran oportunidad de resetear
La crisis global ayudĆ³ a revisar comportamientos y supuestos. La invitaciĆ³n es o bien hacia a una simplificaciĆ³n (consumir menos) o a resolver nuestras necesidades de una manera diferente. āLo que tambiĆ©n quedĆ³ en evidencia es la necesidad de una relaciĆ³n mĆ”s igualitaria con nuestros pares, crece la familiaridad con conceptos como participaciĆ³n ciudadana, impacto e inclusiĆ³n socialā, apuntan desde la compaƱĆa.
De acuerdo con el informe, actualmente hay una mayor preocupaciĆ³n por necesidades bĆ”sicas (el sistema de salud, 73%), y se revalorizan aquellas que estaban relegadas o eran impulsadas sĆ³lo por un segmento de la sociedad (desigualdad social, 66%).
Un hallazgo relevante para el accionar de las marcas es que continĆŗa creciendo la proporciĆ³n de quienes describen un mundo āhipĆ³critaā, donde ellos mismos tambiĆ©n se consideran insertos. Actualmente un 83% reconoce que tanto la sociedad como ellos mismos hacen poco por la sociedad y el medio ambiente (mientras que en 2016 alcanzaba un 76%) y 84% denunciĆ³ que se āhabla mucho y se hace pocoā en pos de combatir el impacto socio-ambiental.
Se confirma de esta manera que son tiempos donde se demanda transparencia, acciĆ³n y compromiso genuino, de hecho, se reafirma el rol crucial que tienen las empresas: 76% considera que las compaƱĆas son las primeras que deberĆan cambiar su forma de hacer negocios en pos del medio ambiente.
Para materializar este cambio, necesitan sentirse acompaƱados y guiados, en un accionar colectivo. 58% sostuvo no sabe dĆ³nde o cĆ³mo colaborar con el cambio y creciĆ³ de 29% a un 36% en cuatro aƱos quienes aseguran que si el resto de la sociedad no acompaƱa, no tiene sentido el esfuerzo individual.
A su vez, el 78% sostiene que el cambio se produce si todos los actores de la sociedad actĆŗan de la misma manera (gobierno, sociedad civil, empresas). Se observa claramente un pedido de responsabilidad y de acciĆ³n hacia las marcas, que incluye desde los concumidores, una mayor disponibilidad para considerarlas y generar lealtad.
āLa capacidad de las marcas de marcar tendencia e inspirar cambios en la sociedad, de influenciar positivamente en nuestros vĆnculos como sociedad y con el medio ambiente construyendo comunidad, requiere de empresas comprometidas, con conciencia de su responsabilidad como actores sociales y agentes de cambio. Esto requiere por parte de las empresas ejercer su liderazgo desde un espacio de escucha activa de las demandas que nos estĆ”n planteando los desafĆos actuales y las nuevas generaciones. Estamos ante una oportunidad histĆ³rica: hoy podemos dar un salto hacia un nuevo paradigma, de la creaciĆ³n de una nueva agenda polĆtica y econĆ³mica global para reconfigurarnos y construir con responsabilidad econĆ³mica, social y ambiental el mundo que vieneā, concluye Mociulsky.