El lagópodo alpino de los Pirineos es la población más meridional de Europa de esta especie de ave, por lo que se supone que está más expuesta a los efectos del calentamiento global.
Esta ave, adaptada a los ecosistemas ártico-alpinos, quedó aislada en las cumbres pirenaicas cuando hace 12 mil años se produjo el retroceso de los glaciares al final del último periodo glaciar.
En otras épocas eran relativamente abundantes, pero en la actualidad la especie está catalogada como vulnerable en España, considerándose factores de amenaza, tanto la presión turística en los ambientes alpinos como las repercusiones del cambio climático.